Un delicioso bocado, fácil y rápido de hacer y que deja saborear la suavidad del queso en crema pero con la dulzura y esponjosidad de un bizcocho. Válido para desayunos, meriendas y caprichos!
Se puede hacer con queso crema normal (tipo Philadelphia), pero también podéis probar a utilizar queso mascarpone, o añadirle ralladura de limón o naranja, esencia de vainilla y, ¿por qué no? un poquito de cacao en polvo
En el índice dulce podréis encontrar más recetas de bizcochos, bundts y magdalenas que podéis probar, a ver si alguna se convierte en vuestra favorita!
Ingredientes:
- 4 huevos L
- 200 gr. azúcar blanco
- 100 ml aceite de girasol
- 400 gr. queso crema
- 250 gr. harina común
- 1 sobre de levadura química (15 gramos)
- Mantequilla y harina para el molde
Elaboración:
1. Comenzamos precalentando el horno a 180º C con calor arriba y abajo, sin aire (si es con aire, bajar la temperatura unos 15º).
2. Preparamos un molde para bundt cake (con agujero en medio) engrasándolo con la mantequilla, y después encamisando las paredes con harina y sacudiendo el exceso. Reservamos.
3. En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen (por lo que nos será de gran ayuda una batidora de varillas eléctrica).
4. Añadimos el aceite y el queso y batimos hasta homogeneizar.
5. Aparte, tamizamos la harina con la levadura y lo añadimos a la masa, removiendo bien para no dejar ningún grumo.
6. Vertemos sobre el molde y horneamos durante unos 40 min o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
7. Dejar enfriar antes de desmoldar. Una vez frío, podemos cubrirlo con azúcar glass, cacao en polvo, chocolate fundido... Podemos conservarlo a temperatura ambiente en algún recipiente hermético o una campana de cristal, para que no se reseque ni se ponga duro.