Hoy tengo una misión, consiste en hacer apetecible para comer, a esa manzana deprimida que hace un par de semanas decidió no salir nunca más del frutero, y que a estas alturas ya ha perdido ese bonito aspecto fresco y brillante que tanto nos gusta en casa. Y es que, como todos sabemos, una buena mano de chapa y pintura puede obrar milagros.
Ingredientes
2 manzanas
75 gramos de harina
1 decilitro de leche
1/2 cucharilla de levadura química
1 huevo grande
100 gramos de azúcar
Aceite para freír
Preparación de los buñuelos de manzana
Mezclamos, hasta que nos quede una masa fina y sin grumos, la harina, la levadura, la yema del huevo y 75 gramos del azúcar. Dejamos reposar durante un rato.
Mientras batimos la clara a punto de nieve y la mezclamos con la masa, ayudándonos de una espátula y con movimientos suaves y envolventes.
Pelamos las manzanas y las cortamos a trozos regulares de 2 centímetros aproximadamente. Pasamos los trozos por harina y a continuación los sumergimos en la masa, y los freímos en aceite caliente, hasta que estén dorados.
Cuando estén dorados retiramos, espolvoreamos con azúcar y servimos.
Como advertencia debo decir que, si comes estos buñuelos acompañados de una copita de vino moscatel, mistela o anís dulce, y cierras los ojos, viajaras en el tiempo y el espacio, serás transportado a una mediados del siglo pasado, te encontrarás sentado delante de una mesa camilla, situada en cualquier lugar de un país que celebra la Semana Santa.
Receta y foto: Juana Trujillo