Después de más de una semana sin aparecer por el blog, ¡ya estoy aquí!
Como se empieza a acercar la Semana Santa, he pensado que os gustaría empezar a ver recetas típicas de esa época del año. Así que me he puesto manos a la obra y he preparado estos BUÑUELOS DE VIENTO. Cómo véis, yo los he rellenado de crema pastelera, pero podéis rellenarlos de lo que más os guste o simplemente dejarlos tal cual y rebozarlos en una mezcla de azúcar y canela.
Debo confesaros un secreto. Y es que la primera vez que los hice, fracasé en el intento. ¡Con esto NO os quiero desanimar! Simplemente os quiero ayudar a no cometer el mismo error que cometí yo. Resulta que cuando empecé a freírlos, empecé a hacer bolitas y bolitas hasta gastar toda la masa. ERROR. Lo mejor es empezar con 3 o 4, para después comprobar que no estén crudos por dentro, sino que se han quedado huecos. De esta manera sabremos si debemos bajar o subir el fuego. Si vemos que nuestros buñuelos se van al fondo y no hacen burbujitas, es señal de que hay que subir un poco el fuego. Si por el contrario, vemos que se empiezan a dorar demasiado rápido, hay que bajar el fuego. Y dicho todo esto, ¿empezamos?
Ingredientes:
75g de harina tamizada
125ml de agua
50g de mantequilla sin sal
2 huevos
1 cucharada de azúcar
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de esencia de vainilla o azúcar avainillado
Una mezcla de azúcar y canela molida
Elaboración:
Ponemos en un cazo el agua y lo llevamos al fuego. Cuando esté caliente, añadimos la mantequilla, el azúcar, la sal y la esencia de vainilla. Removemos hasta que la mantequilla se haya deshecho.
Una vez listo, bajamos el fuego y añadimos la harina de golpe. Removemos con una cuchara de madera hasta que se forme una bola que se despega de las paredes del cazo y que, cuando la tocamos con los dedos, no está pegajosa. Retiramos del fuego y dejamos templar durante unos 15 minutos.
Es hora de añadir los huevos. Es importante no añadir el siguiente hasta que el anterior no esté integrado. Batimos el primer huevo en un bol a parte y lo añadimos sobre la masa. Mezclamos enérgicamente con una cuchara de madera hasta que esté totalmente integrado. Antes de añadir el segundo, es mejor echar sólo la mitad (a veces con eso es suficiente) y si vemos que admite más huevo, lo añadimos entero. En mi caso, tuve que añadir los dos enteros. Debemos conseguir una textura llamada “pico de pato”. Esto consiste en que, al levantar la cuchara de madera, la masa debe caer en forma de pico.
Ahora que ya tenemos nuestra masa lista, ponemos una sartén al fuego con abundante aceite. Cuando veamos que está caliente, formamos una bolita de masa con la ayuda de dos cucharas, y la añadimos a la sartén. Como os he comentado antes, lo mejor es hacer 3 o 4 buñuelos de prueba. Una vez comprobado que los primeros se han hecho bien, iremos haciendo bolitas y friéndolas. Veréis que se van hinchando e incluso algunos se dan la vuelta solos. A medida que se vayan haciendo, los iremos rebozando sobre una mezcla de azúcar y canela y dejándolos sobre papel absorbente.
¡Y ya los tendríamos listos! Para rellenarlos como yo, sólo hay que hacerles un pequeño corte y rellenarlos con una manga pastelera. Si queréis saber cómo hice la crema, aquí os la enseño
Espero que os gusten y que los hagáis en casa. ¡Hacédmelo saber!
¡Un besote!
Rocío