Ingredientes:
140 g de calabaza fresca
1 cuchara de nata (crema de leche) espesa
80 gramos de azúcar
100 g de mantequilla
100 g de harina
1/2 sobre de levadura química
2 huevos
100 g de almendras molidas (o avellanas)
1 o 2 cucharas de licor de avellanas o ron
un poco de azúcar glass para decorar
Rallamos la calabaza y la mezclamos con nata (crema de leche) espesa. Dejamos reposar unos minutos. Mientras batimos la mantequilla ablandada con el azúcar hasta que la mezcla blanquee un poco. Este cake no es muy dulce, así que a los que os gusta la repostería muy dulce, podéis añadirle unos 50g de azúcar más si lo deseais.
Añadimos las yemas de los huevos una por una sin dejar de batir, pero a velocidad baja. Cuando estén incorporadas, añadimos la mezcla de harina, almendra (o avellana) molida y la levadura (la harina y la levadura tamizadas previamente). Seguimos batiendo a velocidad media. Ahora añadimos la calabaza y el licor, y lo removemos todo muy bien.
Montamos las claras a punto de nieve y agregamos un tercio de ellas a la mezcla anterior. Removemos bien y añadimos el resto de las claras. Volvemos a mezclar con cuidado para que no se escape el aire.
Llenamos el molde de cake (forrado con papel vegetal untado con aceite o mantequilla) y lo horneamos 1 hora a 170ºC. Si lo pinchais con un palillo de madera antes de 1 hora, tened en cuenta que saldrá ya seco, pero no lo saquéis todavía. Si lo hacéis, quedará muy frágil, no se podrá coger con los dedos, se desmigará. Así que es importante que se quede en el horno durante 1 hora. Después desmoldamos, dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glass. Está más rico al día siguiente como la mayoría de los cakes, pero si no tenéis paciencia para esperar tanto, recién hecho también está de muerte!
Una tacita de te y este delicioso cake os calentará y os hará sentiros muy bien, creedme! Feliz Halloween!!!