Las recetas de pasta triunfan en mi casa, sobre todo con mis hijos. No hay fin de semana que no caiga alguna, lasaña, canelones, macarrones...
Hoy os traigo la receta de canelones de mi infancia, los que han preparado en mi familia de toda la vida. Es vital para esta receta, bueno y para cualquiera :-), que el tomate que uséis sea tomate casero (ver receta aquí), no del que venden preparado. Las cantidades de la bechamel , son orientativas, yo la preparo a ojo.
Nos ponemos delantales y ¡ a cocinar!
Ingredientes
25 placas de canelones. Yo uso de la marca Gallo o El Pavo y que no sean de los que venden precocidos.
500 g de carne picada de ternera.
Salsa de tomate.
Queso rallado emmental.
Para la bechamel:
5 cucharadas de aceite.
6 cucharadas de harina.
600-700 ml de leche.
Preparación
Salamos la carne y la ponemos a sofreír en una sartén, cuando la carne este casi lista añadimos el tomate y lo dejamos a fuego bajito para que se impregne bien de la salsa durante unos minutos.
Elaboración de la bechamel:
Echar en aceite en una cacerola. Cuando esté caliente añadir la harina, mover para que no pegue y para que la harina se vaya tostando y no sepa cruda. Agregar la leche progresivamente para que no queden grumos, moviendo con varillas. Salar. Si la bechamel sigue espesa, seguiremos echando leche hasta que quede más clara, ya que en el horno va a espesar. Se ha de dejar una bechamel clarita. Reservar.
Montaje y elaboración canelones:
Cocemos las placas de los canelones siguiendo las indicaciones del paquete. Escurrimos bien, los pasamos por un chorro de agua fría y las vamos colocando sobre un paño de algodón como se aprecia en la fotografía (la foto corresponde a la receta de canelones de espinacas y beicon, pero el procedimiento es el mismo).
Las rellenamos con la carne picada y empezamos a montar la bandeja.
Untamos la base de la bandeja con mantequilla, añadimos una capa finita de tomate bien extendida y vamos colocando nuestros canelones.
Cubrimos con una capa de tomate asegurándonos con ayuda de una cucharada de que el tomate penetra entre los canelones y así no se nos queden "securrios". Añadimos queso rallado y una capa de bechamel clarita (ver receta aquí). No hagáis la bechamel muy espesa porque si no cuando gratinéis vuestros canelones, se espesará demasiado y parecerá un engrudo.
Finalmente añadimos nuevamente queso rallado y metemos a gratinar en horno precalentado hasta que se forme una costra crujiente.