De lujo… A las dos bechameles, leche por dentro, caldo por fuera!
Ingredientes para 2 raciones:
6 placas de canelones
Carnes, verduras y legumbres del cocido
1 cebolla
250 ml de leche
250 ml de caldo
2 cucharadas colmadas de harina de trigo integral
2 cucharadas de pan rallado
Un poquito de mantequilla para el gratinado
Aceite de oliva virgen extra
Sal, pimienta negra
Elaboración:
Una vez hecho el cocido, como tengáis costumbre, separar las carnes (ternera, tocino, pollo o gallina) que deshuesaremos y trituraremos junto con las verduras (zanahoria, puerro, apio, nabo…) y los garbanzos. Colar el caldo y reservar 250 ml (el resto lo podemos guardar en el frigorífico o congelarlo si no lo hemos de utilizar pronto)
Vale la pena hacer una buena cantidad de masa aunque, en este caso, para 6 canelones utilizaremos sólo una parte. Con el resto podemos enrollar más canelones y congelarlos para otra ocasión o hacer croquetas que también podemos congelar.
Calentar aceite en una sartén o cazuela antiadherente y sofreír la cebolla finamente picada, a fuego lento, hasta caramelizar. Añadir la leche, reservando un poco en el que diluiremos una cucharada de harina (con un tenedor) y la incorporaremos en cuanto empiece a hervir, removiendo enérgicamente con unas varillas al principio y luego de vez en cuando, hasta que la bechamel se despegue totalmente de las paredes y el fondo de la cazuela. La temperatura no ha de ser alta, para evitar que se pegue.
Incorporar el triturado de cocido, salpimentar, mezclarlo bien con la bechamel, y seguir cocinando, removiendo de vez en cuando, hasta que nuevamente se despegue toda la masa de las paredes y el fondo de la cazuela y ésta quede limpia. En ese momento, la masa habrá oscurecido un poco y estará cocinada en su punto. Retirar y dejar enfriar.
Cocer las placas de canelones siguiendo las instrucciones del fabricante o utilizad de las que basta con hidratarlas, poniéndolas en remojo durante 20’ en agua caliente. Extenderlas sobre un paño y secarlas.
Distribuir una cucharada colmada de masa sobre cada una de ellas, enrollar los canelones y colocarlos en una bandeja apta para horno. Reservar (tapados para que no se resequen)
Precalentar el horno a 180º, arriba y abajo.
Calentar los 250 ml de caldo, reservando un poco dónde diluiremos una cucharada de harina y hacer una bechamel siguiendo el mismo procedimiento de la anterior. Cocinar durante unos 10’, en este caso no se despegará del recipiente porque no espesa como la de leche. Es así como la queremos, ligera. Espolvorear con pimienta negra recién molida.
Verter la bechamel de caldo sobre los canelones, espolvorearlos con el pan rallado, colocar unos puntitos de mantequilla repartidos sobre la superficie y hornear durante 10’ en la parte de abajo y 15’ más en un nivel superior para facilitar el gratinado.
Quién dijo que hacer canelones era rápido? Es cierto que la elaboración tiene su qué, pero vale la pena. En realidad, no es nada complicado, es más la explicación que la práctica. Así que, animaos a probar con estos canelones y seguro que repetiréis! Yo no lo trituro en exceso, porque es un placer encontrar en el relleno algún pequeño tropezón, como un garbanzo entero o un trocito de carne o de zanahoria…