Sí, lo sabemos, se trata de una receta ciertamente arriesgada, pero a nosotros nos encanta y por su combinación de sabores o garantizamos que merece mucho la pena.
Para preparar dos raciones de receta, necesitaremos los siguientes ingredientes:
Un calabacín
60 gr. de piñones
50 gr. de pétalos de parmesano
50 gr. de pasas de California
Sal en escamas
Aceite de oliva virgen
Pimienta negra molida
Para empezar, limpiaremos a conciencia el calabacín, más que nada, porque nos lo comeremos crudo. Cuando esté hecho, lo cortaremos a lonchas bien finas, o lo que es lo mismo, de más o menos, un par de milímetros. Así pues, si tenéis mandolina, este es un gran momento para utilizarla, je je je.
Cuando tengamos el calabacín cortado, pondremos una sartén al fuego con un chorro de aceite y lo calentaremos. Cuando esté caliente, bajaremos el fuego y tostaremos los piñones.
Finalmente ya solo nos faltará montar el plato, y para hacerlo, repartiremos las lonchas de calabacín llenando la base del plato. Encima de ellas, repartiremos los piñones y las pasas de California, para por último, espolvorear con los pétalos de queso parmesano, justo antes de aliñarlo todo con las escamas de sal, una pizca de pimienta molida y un chorrito de aceite de oliva virgen.
En casa, el plato nos quedó así:
Una ración de Carpaccio de calabacín
¡Buen provecho!