Estamos en otoño aunque no lo parezca y seguimos aprovechando los frutos de temporada. Mi suegro tiene un árbol de caquis variedad Sharoni que todos los otoños nos surte de esta fruta que tanto me gusta, a diferencia de los caquis clásicos que por lo menos a mi no me gustan mucho. En esta ocasión he aprovechado para preparar este carpaccio que le vi a María Dolores de Cuinant el año pasado y que me tenía enamorada. La combinación es exquisita, caqui, rúcula, jamón, queso y una vinagreta de mostaza. Además visualmente es un plato muy atractivo. Y lo mejor es que es tan fácil de preparar que no tenéis excusa para no hacerlo.
INGREDIENTES:
1 Caqui, el mío Sharoni, podéis poner también Persimon
Jamón curado o ibérico
Queso, el mío Grana Padano
Unas hojas de rúcula
Para la vinagreta:
Mostaza de Dijon
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de manzana
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
Lo ideal para cortar el caqui, una vez pelado, es cortarlo con mandolina, pero si no la tenéis podéis hacerlo con un cuchillo bien afilado. Aunque os recomiendo que os compréis una mandolina puesto que no es una inversión muy cara y os puede dar mucho juego en la cocina, y en este tipo de elaboraciones es fundamental para un acabado perfecto. Con ella las lonchas del caqui os quedarán bien finitas.
Disponemos las lonchas de caqui en el plato, añadimos unas tiras de jamón por encima, también unas hojas de rúcula, y unas lascas de queso.
Preparamos la vinagreta, emulsionando la mostaza junto con el vinagre en el aceite de oliva. Salpimentamos. Añadimos al carpaccio y servimos.
Es uno de esos platos refrescantes y con sabor de otoño, otoño veraniego como éste que estamos teniendo hasta ahora. Por lo que platos como éstos se agradecen todavía, y cuando llegue el frío se convierten en un entrante de lujo para cualquier comida copiosa.
Feliz martes.