Esta no es una receta oriental con jugo de piña, etc, no. Simplemente es un giro a la receta tradicional, pero añadiendo aromas orientales y árabes, no más y sin pretensiones.
Para cuatro personas:
800 g. de cerdo en trozos grandes
2 cebollas cortadas en daditos, brunoise
3 dientes de ajo en láminas
4 cucharadas de tomate triturado
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 hojas de laurel
Tomillo y orégano fresco
1 clavo de olor
Nuez moscada al gusto
Una cucharada de pimentón dulce
1 cucharada de vinagre de Módena
2 cucharadas de miel de caña
1 cucharada de salsa de soja
Una cucharada de ralladura de jengibre fresco
Sal y pimienta al gusto
1 copa de brandy de Jerez
2 cucharadas de harina
1 cucharadita de colino molido
12 aceitunas negras de aragón
Vamos a empezar a salteando la carne salpimentada en el aceite de oliva caliente pero a fuego medio. Cuando esté selladita, apartamos y reservamos. Ponemos el jengibre y los ajos y cuando estos empiecen a dar olor, añadimos la cebolla, el clavo y el laurel, con un poco de sal para que sude.
Cuando la cebolla, empieza a cambiar de color, añadimos la carne y un par de minutos después el tomate. Saltearemos por un par de minutos más y añadiremos el pimentón y la harina. Tostaremos por un minuto y verteremos el brandy. Remover y luego cubrimos de agua y el resto de las especias, hierbas, salsas, vinagre y miel.
Dejamos reducir a fuego lento, pueden ser 90 minutos. Iremos removiendo para que no se pegue y añadiremos agua según convenga. Cuando esté casi listo, añadimos las aceitunas negras de Aragón, rectificaremos de pimienta y sal yListo my friend.