Me gusta poner esta receta … me gusta por lo que representa. La he puesto con toda mi intención. Es una receta, muy muy sencilla, pocos ingredientes y poca preparación, pero con todo su sabor, el picorcito de las burbujas contrastado con el sabor dulce de la fresa. Perfecto maridaje que ya nos presentó Julia Roberts en su Pretty Woman.
Cuando en el reto Cocin-Arte ví el cuadro en seguida me vino esta imagen…
era esta receta… dulce, érótica, picante, traviesa. La Administradora del reto Cocin-Arte, María Ayala del blog In my little chicken, nos enseña un cuadro y preparamos un plato inspirado en la obra presentada. Esta vez fue el cuadro que se llama “El columpio” de Fragonard:
Fragonard fue un pintor francés muy prolífico. El columpio es una pintura al óleo que representa una escena galante en un ambiente idílico. Una joven se balancea en el columpio mientras un joven mira debajo de su falda. Una obra llena de sensualidad y picardía.
Fresas… burbujas… Perfecto.
Pero esta entrada, la quiero subir, porque es muy importante para mí porque me recuerda una cena muy especial--- una cena con mi amiga Tere y su marido Manolo en su antigua casa. Tere es una amiga de mi pueblo, el pueblo donde veraneo desde que era pequeña, Siete Aguas en Valencia. Es un pequeño, pequeñísimo pueblo de montaña que no llega a 1500 personas censadas. En invierno es un solar, pero en verano ¡ay ,en verano! ¡Mamma mía!
No sé si os pasa igual en vuestros pueblos de verano pero con nosotros sucede algo que, creo, no es raro: en verano vivimos unas situaciones hiperintensas: kedadas, cenas, bailes, aventuras y desventuras, excursiones, juergas etc. etc. Entre los amigos creamos unos vínculos muy muy intensos, somos parte de una familia, una gran familia …pero, ¡vaya! termina el verano y no nos volvemos a llamar en todo el resto del año. Vivimos casi todos (alguna parte importante está más lejos), pero casi todos, a menos de 5 kilómetros, casi en la misma ciudad pero parece que nos separe todo un país.
Con Tere tengo recuerdos muy, muy entrañables. Recuerdos que cuando pienso en ellos, siempre me generan una sonrisa. Y, entre esos recuerdos, guardo uno muy especial que fue una cena en su casa; una de esas extrañas cenas en las que quedamos después del verano, quizás de esto hace más de 15 años,y no hemos vuelto a quedar fuera del periodo estival. Y mi recuerdo me trasporta a su antojo (no estaba embarazada: los antojos no tienen por qué significar un embarazo): quería de postre fresas con champagne…joder. No recuerdo la fecha de la cena (quizás era noviembre) pero no había fresas, no era época… y además en aquella época las frutas se vendían en temporada. No como ahora... que hay fresas todo el año. Pues con un par de... ¡de postre hubo fresas! A precio de oro blanco pero… ¡hubo fresas! Por eso, cada vez que leo u oigo esta receta mi mente se dirige hacia ellos y me recuerda esos momentos y esa cena entrañable y divertida. Y eso me ha recordado este cuadro: la chispa de las burbujas y la dulzura de la amistad.
Y pongo la receta.
Va por ti Tere. Te quiero muchísimo ¡Y lo sabes!
Ingredientes para 4 personas:
- 1 botella de champagne (empezar con cuatro copas). Consejo: terminar la botella: las bebidas sin burbujas no están buenas cuando pasa algo de tiempo. Lo mejor es beberla al momento en buena compañía.
- Fresas. Un par de fresas por cada copa
Preparación: ¿Qué te voy a contar? Lavar las fresas
Cortar las fresas en trozos muy pequeños
y ponerlos en el fondo de las copas. Llenar las copas de champagne y disfrutar. ¡DISFRUTAR!