Hoy es día de las batallitas de la abuela cebolleta y os voy a contar cómo unos champiñones descomunales me cautivaron y terminaron en mi cocina.
Un día de esos en los que puedo ir a hacer la compra un día laborable por la mañana, una auténtica suerte que pocas veces valoro como debería, salí de casa con mis bolsitas de rafia dispuesta a comprar solo aquellas cosas apuntadas en la lista.
Esto de la lista de la compra tiene dos motivos principales: primero, dice la teoría que como voy directa a comprar lo que hay en la lista, tardo menos en hacer la compra. El segundo motivo es que así no compro más de lo necesario. Al final no se cumple ninguna de las dos cosas, básicamente porque a mi igual que comprar ropa me aburre soberanamente y voy al grano, comprar comida me chifla y me recorro todos los pasillos del mercado a no ser que tenga muchísima prisa o esté abarrotado de gente y me agobie.
Esa mañana, ni tenía prisa ni había casi nadie. ¡Vivaaaa!
Los vi de lejos. Me miraban y me decían “lleváme a casa” como Rodolfo Langostino (si te has reído quiere decir que, como yo, ya tienes una edad ). Tan blanquitos, tan frescos, tan… ¡¡¡gigantes!!! ¿Se aprecian sus dimensiones en las fotos? No os engaño si os digo que cada uno tenía como 7 cms. de diámetro. El tamaño no importa, dicen por ahí, pero yo no lo pude evitar y, aún sin saber qué haría con ellos, sabía que terminarían rellenos de algo.
Fue una gran decisión. Con un poco de carne picada de cerdo, unas espinacas y algunos condimentos quedaron unos champis rellenos riquísimos perfectos para un entrante. Y, si preparáis muchos, para un saliente también. Vamos, que eso y algo de pan y ya has comido.
Vamos a ver cómo preparé unos champiñones rellenos fáciles al nivel de Cocina para dummies.
Champiñones rellenos de espinacas
Para 6 champiñones:
6 champiñones gigantes
1/4 cebolla mediana
300 grs. de espinacas
100 grs. de carne picada de cerdo
2 dientes de ajo
2 cucharadas de AOVE
Queso para gratinar al gusto
Sal y pimienta
Limpiamos los champiñones y les quitamos el pie. Podemos abrir un poco más con un cuchillo la abertura que deje el pie para tener espacio para rellenarlos bien. Untamos en aceite el sombrero (la parte a rellenar).
Picamos el ajo, la cebolla y los pies de los champiñones. Lo salteamos en aceite junto con la carne picada y las espinacas hasta que haya perdido completamente el agua. Salpimentamos al gusto.
Introducimos el relleno en las partes interiores de los sombreros. Espolvoreamos con queso y los horneamos 40 minutos a 180 grados para quitarles el exceso de agua. Luego podemos gratinarlos hasta que el punto de gratinado que nos guste.
Son perfectos, como os decía, para un entrante o también para la típica cena de picoteo. De hecho yo los hice el mismo día que preparé también el hojaldre de puerros que publiqué hace unos días y unos chips de kale espectaculares. La receta de estos chips no es mía, por eso no la publiqué en el blog, pero sí la encontraréis en mi Instagram y sinceramente recomiendo que os paséis a buscarla porque estaban increíbles (y si no me seguís allí, que sepáis que os estáis perdiendo recetas y consejos ). Nunca hubiera dicho que una col condimentada y al horno pudiera estar tan riquísima
Hasta pronto!