Un año más, con la llegada de la primavera, os enseño la tarta que he preparado para celebrar el cumpleaños de mi tía Maxi.
Este año, como estoy ansiosa de calor, me he decidido por una tarta muy fresquita, que no necesita horno. Que hay que ir recopilando recetas para el verano.
No es excesivamente dulce y está muy rica. Además las Charlotte siempre quedan bonitas, con su lacito y su cinta...
La elaboración, a pesar de que veréis que la he dividido en bastantes pasos, es muy sencilla. Si os queréis complicar un poco más, podéis hacer la base y la capa central de bizcocho casero, remojado en almíbar, pero con una de galletas queda deliciosa.
Ingredientes Charlotte de limón y leche condensada
- 150 gr. de bizcochos savoiardi.
- Leche para remojar los bizcochos
- 300 gr. de galletas de mantequilla.
- 150 gr. de mantequilla.
- Zumo recién exprimido de dos limones medianos
- Ralladura de un limón
- 350 gr. de queso cremoso
- 400 gr. de leche condensada
- 3 láminas de gelatina
Elaboración paso a paso
Crema de limón y leche condensada
1. Troceamos las láminas de gelatina y las ponemos en un cuenco pequeño. Las cubrimos con la cantidad suficiente de zumo y las dejamos hidratar. Mientras ponemos a calentar en un cazo el resto del zumo. Cuando esté a punto de hervir, retiramos del fuego y añadimos la gelatina hidratada. Removemos para diluir bien.
2. Colocamos la mezcla anterior en un bol amplio y añadimos la leche condensada y la ralladura. Para que la mezcla de gelatina no enfríe de golpe, añadimos primero una cucharada sopera de leche condensada y removemos, después ya podemos añadir el resto. A continuación añadimos poco a poco y con movimientos envolventes el queso (que habremos batido ligeramente), hasta obtener una crema uniforme. Reservamos.
Base de galletas
1. Con una procesadora convertimos en polvo las galletas. Derretimos la mantequilla en el microondas y después mezclamos con las galletas. Reservamos.
Montaje de la tarta
1. En un plato hondo colocamos la leche y añadimos una cucharada sopera de la crema de limón para saborizarla. Mezclamos bien.
2. Sobre el soporte de nuestra tarta colocamos un aro de aproximadamente 16 cm. Cortamos una punta de los bizcochos para que se sostengan bien de pié y los vamos remojando por la cara que quedará en el interior de la tarta. Los vamos colocando bien pegados al aro, con la parte seca hacia afuera.
3. En el fondo, vertemos cuidadosamente 2/3 de las galletas para la base. Con el culo un vaso largo, presionamos para que quede compacto. Refrigeramos 15 minutos.
4. Rellenamos la tarta con la mitad de la crema y con una espátula la nivelamos. Entonces, ponemos encima el tercio de galletas que nos quedaban. En este caso, no queremos que queden compactas, simplemente servirán de separación y darán sabor, con lo que solo debemos preocuparnos de distribuirlas por igual por toda la superficie.
5. Vertemos cuidadosamente el resto de la crema y nivelamos de nuevo. Refrigeramos al menos cuatro horas.
6. Retiramos el aro con cuidado y decoramos. Yo la he decorado con unas fresas bañadas en chocolate (la receta aquí).
Tía, felicidades y por muchos más!!
Besos,
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