Por eso, cada vez que tenemos una celebración o simplemente quiero darle una sorpresa, le preparo una tarta de queso. Ya he compartido con vosotros la tarta de queso casera con frambuesas y mi pastel de queso con gelatina de arándanos. En otras ocasiones me gusta elaborar postres individuales como el pastel de queso con rosas y gelatina de limón o unos cupcakes de tarta de queso.
Hoy vamos a preparar una deliciosa cheesecake de chocolate blanco que llevo tiempo que quiero hacer. Para ello nos vamos a basar en la receta de @jaritascookies. Con esta tarta vamos a celebrar nuestro aniversario de boda que es mañana.
¿Me acompañas a la cocina a elaborar mi versión de esta receta? Para ello vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
Para la tarta:
200 g de galletas
80 g de mantequilla
200 ml de nata (crema de leche) para montar
200 g de chocolate blanco
750 g de queso crema
100 g de azúcar
1 cucharadita de maizena
1 cucharadita de aroma de vainilla
3 huevos
Para decorar:
confitura de cerezas
cerezas en almíbar
hojas de menta
Preparación:
Elegimos un molde de 20 cm de diámetro y lo forramos con papel de horno la base del molde.
A continuación, preparamos la base de la tarta, para ello, trituramos las galleta y reservamos. Introducimos la mantequilla en un cazo que ponemos al fuego y cuando esté derretida, la mezclamos con las galletas trituradas. Vertemos la mezcla en el molde y cubrimos con ella la base y un poco de las paredes, ayudándonos con una cuchara o las manos.
Colocamos una bandeja en el horno a una altura media-baja precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
Ahora, nos ponemos con el relleno. Troceamos el chocolate blanco y reservamos. Vertemos la nata (crema de leche) en un cazo que ponemos al fuego y, cuando comience a hervir, lo apartamos. Introducimos el chocolate troceado y mezclamos hasta que se haya fundido por completo. Reservamos.
Por otro lado, introducimos el queso crema junto con el azúcar en un bol y mezclamos hasta que esté cremoso y sin grumos. Yo suelo utilizar un procesador de alimentos.
Agregamos la maizena y el aroma de vainilla y batimos suavemente, pero lo justo para que los ingredientes se integren.
Añadimos el chocolate fundido con la nata (crema de leche) y volvemos a mezclar con suavidad para no incorporar aire.
Vamos a ir echando los huevos, uno a uno, de manera que no añadiremos a la crema el siguiente huevo hasta que el anterior no esté completamente integrado.
Vertemos la mezcla en el molde y lo llevamos al horno, Horneamos a una altura media durante 60 minutos o hasta que los bordes estén cuajados y el centro se mueva ligeramente.
Dejamos enfriar la tarta dentro del horno con la puerta un poco abierta para que no se raje con el cambio de temperatura y, cuando esté fría, la metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Presentación:
Sacamos la tarta de la nevera y la cubrimos con mermelada de cerezas. Desmoldamos el pastel y lo colocamos en una base de tarta. Y ahora solo nos queda decorarlo con unas cerezas en almíbar y unas hojas de menta.
¿Qué te parece esta tarta de queso y chocolate blanco con confitura de cerezas? Es preciosa y está buenísima. Ideal para una celebración.
Bon appétit!