Hay días en que llegan antojos y no queda de otra más que cumplirlos, pero como siempre digo: hay opciones saludables de las que podemos elegir. Así que este domingo que me dio "ataque" de chessecake, no dudé ni tantito en hacerlo.
Pero ahora quería algo más cremosito tipo americano. Porque la anterior receta que les había compartido hace unas semanas, es más tipo italiano. Como sea, los dos son deliciosos y muy fáciles de hacer. Eso sí, si pueden usen el queso ricotta de la marca "Belgoioso", porque lo he hecho con otras locales y como su textura no es igual, queda más grumoso y es más fácil que se cuarteé. Pero si no hay de otra, pues con lo que haya. El chiste es no quedarse con el antojo.
Esta receta rinde para un molde grande de 24 cms. Si es desmontable, mejor. En la foto se ve pequeño, porque hice media receta y usé un aro de 1
Ingredientes:
Para la costra
50 gr de harina de almendras
40 gr de harina de amaranto
40 gramos de harina de coco
20 gramos de cacao en polvo (o 15 gramos si no lo quieres muy chocolatoso)
1 cucharadita de extracto de vainilla
75 gramos de ghee o mantequilla o aceite de coco
Mezclar todo hasta obtener una masa arenosa y acomodar en molde para pan, presionando con los dedos de las orillas hacia el centro.
Hornear a 160° por 15 minutos.
Sacar y dejar enfriar.
Relleno:
675 gr de queso ricotta
80-100 gr de azúcar (yo usé single sweet granular de NaturaVía que es una mezcla de estevia con eritritol, lo que lo hace bajo en azúcar)
2 huevos
2 yemas
2 cucharaditas de extracto de vainilla
Ralladura de un limón eureka, americano o amarillo, de preferencia
Ralladura de una naranja
Pizca de nuez moscada
3 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida
1 cucharada de chocolate negro rallado
Precalentar horno a 170°C.
Colocar el queso ricotta en un tazón y suavizarlo con un batidor globo, hasta que esté esponjoso.
Añadir el resto de los ingredientes y mezclar.
Colocar la mezcla sobre la base de la tarta ya fría.
Hornear durante una hora, hasta que cuaje (muévelo un poco antes de sacar del horno, para que veas que ya está firme)
Un tip: no lo saques de inmediato para que el cambio de temperatura no lo cuarteé. Déjalo unos 15 minutos dentro del horno ya apagado y después saca para que enfríe por completo. Refrigera por lo menos un par de horas antes de desmoldar y servir.
Puedes servirlo con un poco de salsa de chocolate o alguna mermelada, aunque a mí me encanta así, sin nada.