INGREDIENTES:
- 400 grs de harina de fuerza.
- 50 grs. de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 50 grs. de leche tibia.
- 50 grs. de azúcar.
- Una cuchara de miel.
- Un cubito de levadura fresca.
- Un huevo.
- Un yogur natural (yo utilicé un yogur griego natural azucarado).
- Esencia de vainilla al gusto (o la que más os guste).
- Un pellizquito de sal.
RELLENO Y DECORACIÓN: (las cantidades al gusto de cada uno)
- Crema pastelera.
- Chocolate blanco.
- Leche condensada.
ELABORACIÓN:
Ponemos en un recipiente el huevo con el azúcar y batimos hasta que blanquee la crema, añadimos la esencia (en mi caso unas gotitas de concentrado de vainilla) la miel y el yogur, siempre sin dejar de batir.
Desmigamos el cubito de levadura y disolvemos en la leche tibia, agregamos a nuestra mezcla y seguimos batiendo.
Tamizamos la harina con el pellizquito de sal y añadimos muy poco a poco a la mezcla anterior (lo haremos poco a poco, porque no siempre necesitaremos toda la cantidad de harina, a veces sobra, como en mi caso, que me sobró bastante)
Cuando hayamos integrado totalmente, volcaremos sobre una superficie limpia, lisa y levemente enharinada y amasamos durante un buen rato, cuando veamos que la masa queda uniforme y elástica, boleamos y dejamos reposar en un recipiente hondo enharinado (yo usé el mismo bol donde mezclé todo) y dejamos reposar cubierto por film de plástico a temperatura ambiente (¡OJO!si la metemos en frío no crece, y es eso precisamente lo que queremos, que crezca)
El tiempo de reposo varía mucho porque depende de casi "todo": de la temperatura del lugar, de la humedad del ambiente, de la "tranquilidad" que le demos a la masa,.... en resumen yo la dejé cosa de HORA Y MEDIA más o menos (porque le cuesta mucho crecer).
Cuando haya crecido lo suficiente (esto es que doble su tamaño, más o menos) extenderemos con ayuda del rodillo hasta formar un rectángulo (lo que dé de sí la masa).
Cubrimos el rectángulo con la crema pastelera (o chocolate, o leche condensada, o confitura.....lo que más os guste) y rallamos chocolate blanco por encima ( o chocolate negro, o chocolate con leche o pepitas, o gotitas......repito que lo que más os guste).
Enrollamos sobre sí mismo, hasta formar un rulo. Cortamos porciones de unos 5 o 6 centímetros de ancho (2-3 dedos) y disponemos en un molde engrasado con espacio suficiente para que siga creciendo (ahora crece más y más deprisa). Cubrimos con film de plástico y lo dejamos reposar a temperatura ambiente (hasta que vuelva a doblar el tamaño)
Una vez que haya tomado el tamaño deseado, cubrimos con papel de aluminio (para que no se tueste demasiado) y horneamos (horno precanlentado a 200 grados) con calor arriba y abajo unos 40 minutos.
Transcurrido ese tiempo, sacamos del horno y pintamos la superficie con leche condensada, para darle brillito y más sabor.
Dejamos enfriar y.....¡a disfrutar!
EL RESULTADO:
Bueno, espero que disfrutéis mucho haciendo este postre y que os guste mucho luego comerlo. Muchas gracias por visitarme, os invito a quedaros de todo corazón.
¡Hasta pronto!