El Carnaval gallego, o Entroido, no solo es tiempo de disfraces, comparsas, de pantallas en Xinzo de Limia, cigarróns en Verín y un largo etcétera, es también época de festín gastronómico con un sinfín de preparaciones típicas. Y es que en estas fechas en una mesa gallega no pueden faltar un buen cocido, una buena botella de licor café y multitud de postres a degustar como las filloas, las orejas o las chulas de calabaza.
¿Qué necesito?
1/2 calabaza
4 huevos
5 cucharadas de azúcar
1/2 vaso de leche
7 cucharadas de harina
anís
sal
aceite de oliva suave para freírlas
¿Cómo lo hago?
En primer lugar, vamos a preparar puré de calabaza. Para ello, pelamos la media calabaza y la cocemos en una olla con agua y una pizca de sal. Cuando esté cocida dejamos que la calabaza escurra muy bien y pierda todo el agua sobrante. Una vez escurrida ya podemos triturar la calabaza con la batidora hasta obtener un puré fino y liso.
Colocamos el puré de calabaza en un bol y le añadimos los huevos. Batimos hasta que los huevos se incorporen perfectamente. Agregamos un chorrito de anís para aromatizar (o si lo preferís limón) y el azúcar y volvemos a batir todo. Añadimos la leche a la preparación, mezclamos y, por último, incorporamos la harina y batimos. La masa debe adquirir consistencia y no quedar líquida, pero al mismo tiempo no demasiado consistente y que al levantar la espátula caiga la masa con facilidad.
Echamos un chorro de aceite en una sartén, lo justo para cubrir la base. Cuando esté caliente, con un cucharón vamos echando pequeñas porciones de masa en la sartén formando tortitas.
Cuando estén doradas por un lado, le damos la vuelta con cuidado y uan vez que esté hecha por el segundo lado la retiramos a un plato con papel absorbente para que recoja el excedente de aceite. Servir calientes o frías espolvoreadas con azúcar.