Aprovechando que hacía tiempo que no preparaba unas coles de Bruselas, saque media bolsa que andaba perdida en el congelador y así nos obligamos a comer verdura fuera de la ensalada.
Ingredientes (2 personas):
200 g de coles de Bruselas congeladas
1 blíster de beicon cortado a daditos (75 g)
4 tomates
4 ajos
1 puñadito de almendras tostadas
1 vaso de vino blanco seco
Sal rosa del Tíbet
Aceite de oliva
Preparación (1 hora):
Últimamente me ha dado por cocinar en cazuela de barro y a fuego bajo, pero esta receta se puede realizar perfectamente en una sartén y a fuego medio alto, realizándola mucho más rápido, pero como no tenía prisa, opte por mi cazuelita de barro a fuego lento.
El día anterior coloque las coles de Bruselas en la nevera para que se descongelaran.
Colocamos la cazuela de barro al fuego medio bajo (a un cuarto de su potencia) y calentamos el aceite.
Cortamos por la mitad las coles de Bruselas y las añadimos al aceite caliente, les damos unas vueltas, para que se sofrían.
Añadimos los daditos de beicon y damos unas vueltas más.
Mientras pelamos los ajos.
Machacamos en un mortero las almendras, los ajos y sazonamos.
Añadimos el vino al mortero y removemos, para sacar con más facilidad el majado.
Volcamos el contenido del mortero en la cazuela de barro y removemos.
Trocemos los tomates y los añadimos a la cazuela, removemos.
Dejamos cocinarse a fuego bajo, tapado, unos 45 minutos, rectificamos el punto de sal y servimos calentito.