Después de comernos lo bueno del jamón nos queda la pata con los huesos. ¿Y qué podemos hacer con estos huesos de jamón? Muchas cosas, fíjate cómo los vamos a aprovechar para hacer un caldo concentrado que utilizaremos para las croquetas de jamón y un segundo caldo que nos servirá para hacer una sopa y cocer verduras. ¡Aquí se aprovecha todo!
Cuanto más aprovechemos los alimentos en la cocina mejor que mejor. Es una pena tirar algunas sobras cuando le podemos dar una segunda vida y hacer un nuevo plato. Nuestra cocina tradicional está llena de recetas de aprovechamiento, así que ponlas en práctica.
La entrada de hoy se suma a esas recetas de aprovechamiento utilizando la pata del jamón que se queda muerta de risa una vez que lo hemos devorado.
Con los huesos del jamón vamos a hacer:
caldo concentrado de jamón
croquetas caseras de jamón
caldo de jamón y verduras para sopa (usaremos las verduras para hacer ensaladilla rusa)
Huesos de jamón ibérico para hacer caldo concentrado
1. Caldo concentrado de jamón
Antes de elegir entre un caldo tradicional y un caldo comercial, quiero que sepas que la receta del caldo de jamón casero apenas da trabajo y vas a tener un caldo con un sabor increíble. Eso sí, hay que invertir un poquito de tiempo, aunque la espera merecerá la pena.
Ingredientes:
3 huesos de jamón (mejor si es ibérico*)
2,5 L de agua
* tras probar los riquísimos productos de Mr. Jamón, me enviaron los huesos de un jamón ibérico extremeño para que comprobara su calidad y poder hacer estas recetas.
Preparación del caldo concentrado de jamón:
1. Cortamos la pata del jamón: si tienes una sierra de calar, adelante, aunque lo más práctico será que vayas a tu carnicero de confianza. Retira cualquier parte amarillenta de la parte externa del hueso.
2. Blanquea los huesos un par de veces: pon los huesos en agua fría y deja que alcance la ebullición para que expulsen todas las impurezas. Tira el agua y repite la operación.
3. Cuece los huesos 2 h: una vez blanqueados, pon los huesos de nuevo en agua fría, y en cuanto hierva, baja el fuego y deja cocer por lo menos 2 h (yo partí de 2,5 L de agua y concentré hasta 450 ml). No olvides desespumar y quitar la grasa superficial que vaya soltando.
4. Cuela el caldo antes de guardarlo en la nevera o congelador (cuando se enfría se vuelve gelatinoso). ¡No tires los huesos de jamón después de hacer este primer caldo!
Los vamos a usar para hacer otro caldo...
Aprende cómo formar las croquetas para que te queden perfectas
2. Croquetas caseras de jamón
Podemos hacer las croquetas de muchos sabores, pero las de jamón gustan a todos. Si utilizas el caldo casero, te van a salir unas croquetas de olé y con un sabor muy potente a jamón. Y para que te queden perfectas, ¡no te pierdas el truco!
Ingredientes:
1 cebolla mediana picada
200 g de jamón picado o en tiras
150 g de mantequilla
150 g de harina
450 ml de caldo concentrado de jamón
600 ml de leche (3 vasos)
1 pizca de nuez moscada
Harina, huevos y pan rallado para rebozar
Aceite para freir
Preparación de las croquetas caseras de jamón
1. Sofríe todo con la mantequilla, primero la cebolla y el jamón, y después de añadir la harina, cocina un par de minutos más. Ve incorporando el líquido caliente poco a poco (caldo y leche) a medida que vayas integrando la masa.
2. Cuece la masa de croquetas durante 10 min a fuego medio-bajo sin dejar de remover. Añade una pizca de nuez moscada.
3. Vierte en un recipiente y cubre con film transparente (que toque la masa para que no le salga costra). Deja reposar en la nevera hasta el día siguiente.
Cómo hacer las croquetas de jamón paso a paso
4. Truco: damos forma a las croquetas. Para conseguir una forma perfecta, meteremos la masa reposada en una manga pastelera o bolsa de plástico e iremos formando tiras largas (del grosor de las croquetas) sobre una superficie enharinada. Las cortaremos y pasaremos por huevo y pan rallado (yo las suelo pasar de nuevo por el rebozado para que queden mejor selladas).
5. Freimos las croquetas: una vez formadas y rebozadas, podemos freirlas directamente o guardarlas en el congelador. Para freirlas hay que usar suficiente aceite como para que las cubra mientras se hacen. Y OjO, procura que el aceite esté muy caliente, de lo contrario, se pueden romper o reventar.
Caldo de verduras para sopa con huesos de jamón reutilizados (2º caldo)
3. Caldo de jamón y verduras para sopa
Vamos a aprovechar los mismos huesos de jamón que hemos utilizado en el caldo concentrado del principio. Te podrá sorprender, pero todavía siguen teniendo sabor. Haremos un caldo para sopa con unas verduras, que a su vez reutilizaremos en una ensaladilla rusa.
Ingredientes:
3 huesos de jamón (los mismos que usamos para el caldo concentrado)
2,5 L de agua
2-3 patatas grandes
3-4 zanahorias
1-2 cebolletas o puerros
Sal (en caso necesario)
Fideos y huevo duro para la sopa
Preparación del caldo de jamón y verduras para sopa:
1. Ponemos el agua, los huesos y las verduras enteras en una olla. Dejamos que hierva para después bajar el fuego y cocinar durante 1 h. Quitamos la espuma y la grasa de la superficie a medida que vaya cociendo.
2. Colamos el caldo y reservamos las patatas y las zanahorias. Probamos de sal y ajustamos en caso necesario. Con el caldo, podemos hacer la sopa, utilizarlo para otra preparación o congelarlo.
3. Hacemos la sopa con unos fideos finos y la acompañamos con huevo duro. ¡Está deliciosa!
4. Reutilizamos las verduras para hacer ensaladilla rusa. Me encanta el sabor de la patata y la zanahoria cocida en este tipo de caldos. Siempre suelo hacer la que llamo yo la ensaladilla rusa de mi abuela, que lleva la patata y la zanahoria chafada. ¡Tienes que probarla!
Sopa de fideos con el segundo caldo de los huesos del jamón
Espero que te haya gustado esta guía práctica para darle uso a los huesos del jamón y hacer el caldo concentrado, las croquetas y el caldo para sopa.
¡Hasta otra! Me encantaría conocer tus trucos para aprovechar las sobras de una comida para otra.
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