El soufflé es un plato delicado y ligero, de sabor exquisito y textura suave. Su aspecto sin duda despierta la admiración de todo el mundo. Este pequeño pastelillo debe quedar muy esponjoso, manteniéndose erguido el tiempo suficiente para que el comensal tenga tiempo de degustarlo. En el artículo de hoy, te vamos a dar algunos consejos sobre cómo elaborar el soufflé perfecto, gracias a los cuales podrás elaborar recetas tan deliciosas como la de nuestro soufflé de chocolate, o esta otra de soufflé de queso y hierbabuena.
Hay infinidad de recetas de soufflé, tanto saladas (de hortalizas, queso, carne, pescados, etc), como dulces (de limón, fresa, chocolate, vainilla, etc). Todas ellas tienen en común una serie de pasos:
Preparar la bechamel o una mezcla de base, que puede ser una crema de chocolate, de espinacas, de limón, etc.
Batir las claras a punto de nieve, es decir, hasta que queden muy firmes y no presenten líquido. Las claras se pueden montar con un tenedor, aunque los mejores resultados se obtienen con el accesorio de varilla de una batidora eléctrica. Una buena forma de saber el momento en el que ya están listas, es invirtiendo el recipiente donde las hemos batido, y comprobando si las claras hacen el intento de caer. Una vez montadas, las añadimos a la mezcla base y las mezclamos con mucha suavidad para que la masa no se desgasifique en exceso.
Horneado. Es importante que el horneado se haga de manera adecuada, sin abrir en ningún la puerta del horno mientras el soufflé está creciendo. Para hornear la masa de soufflé se pueden usar moldes individuales, que podéis encontrar en el mercado con el nombre de ramequines, o en moldes grandes para soufflé. Engrasaremos las paredes de los moldes con mantequilla, además, en el caso de los salados espolvorearemos harina, y, en los dulces, un poco de azúcar granulado. El horneado se puede llevar a cabo directamente sobre una bandeja de horno, o al baño maría, poniendo el molde en el interior de una bandeja con agua. La temperatura ideal se sitúa entre 170º y 200ºC, y el tiempo dependerá del tamaño del soufflé.
Si echáis un vistazo al paso a paso de las recetas que os he puesto en la introducción de este artículo, podréis ver, detalladamente, todo el proceso de elaboración. También os aconsejo mirar los vídeos que las acompañan.Algunos consejos para tener éxito
Es aconsejable sacar los huevos de la nevera unas horas antes del momento el que tengáis pensado preparar el soufflé, de este modo, será mucho más fácil montar las claras a punto de nieve.
Si ponemos un poco de sal en el vaso de la batidora nos será más fácil montar las claras y que queden con más consistencia.
Se obtiene mejor resultado cuando se colocan los moldes en la parte baja del horno.
No olvidéis engrasar a conciencia las paredes de los moldes para que el soufflé se deslice y suba fácilmente.
Si queréis que os quede una capa exterior tostada y crujiente añadid azúcar a los soufflés dulces y pan rallado a los salados.
Una vez que tenemos listo nuestro plato, apagamos el horno y lo dejamos que repose en su interior durante unos minutos, sin abrir la puerta del horno.
Nada más sacar el soufflé del horno lo servimos, ya que en cuestión de unos pocos minutos éste comenzará a deshincharse.
Imagen: Flickr
Fuente: @mujerdeelite