A continuación te enseñaremos paso a paso a hacer la receta de los flamenquines, un aperitivo muy popular en el sur de España que siempre apetece tomar en los bares durante la época de terraceo. Si te apetece descubrir todos los trucos de esta tapa, sigue leyendo…
¿Cómo se hacen los flamenquines caseros?
Solo en el caso de que no los hayas probado antes, te diremos que los flamenquines son un aperitivo delicioso, muy parecido a los san jacobos, pero enrollados en rulitos. Y, aunque se les atribuye un origen cordobés, su consumo es muy popular a lo largo y ancho de toda Andalucía.
El auténtico flamenquín cordobés, se elabora a partir de jamón serrano enrollado en filetes de cerdo (normalmente se utiliza lomo) rebozados en harina, huevo y pan rallado. Seguro que te sorprende, pero la receta original ¡no lleva queso! No obstante, existen muchísimas versiones de este plato, por lo que también es muy normal ver flamenquines de jamón y queso, de pollo, de ternera, bacon e incluso pimientos del piquillo. La verdad es que todas estas combinaciones son tan suculentas que activan nuestras papilas gustativas con tan solo pensar en ellas. ¿A que si?
Por último, si vas a preparar en tu casa estos flamenquines con nuestra receta particular, te damos un último consejo antes de que los sirvas a tus invitados: acompáñalos de unas patatas fritas bien crujientes, unos pimientos del padrón y una salsa alioli. ¡Os chuparéis los dedos!
Sea cuál sea la receta de flamenquines que vayáis a preparar (la receta de flamenquines cordobeses original o cualquiera de las versiones que te hemos mencionado), el proceso de elaboración será el mismo que te vamos a describir en las próximas líneas. ¡Elige tu preferido y ponte manos a la obra!
¿Lo tienes claro?
Ingredientes para hacer flamenquines caseros
Aunque nos chiflan todas las variedades de flamenquines, nuestros favoritos son los elaborados con filetes de pechuga de pollo, jamón de york y queso. Apetece, ¿verdad? Una combinación deliciosa e irresistible para cualquiera, sobre todo si nos los tomamos en una terracita veraniega junto a una bebida bien fresquita. No sé por qué, pero ya se me está haciendo la boca agua…
Si tú también te decantas por esta versión de los flamenquines cordobeses, tendrás que contar con los siguientes ingredientes en tu cocina para 6 unidades de flamenquines:
6 filetes de pechuga de pollo.
12 lonchas de jamón de york.
6 lonchas de queso tipo Havarti.
1 huevo.
Harina.
Pan rallado.
Aceite de oliva virgen extra.
Pizca de sal.
Como ves, todos estos ingredientes son muy habituales de encontrar en cualquier cocina, por lo que se trata de un plato que puedes preparar en tu casa en cualquier momento, ya que no necesitarás comprar ningún otro ingrediente más “especial”.
Flamenquines de pollo, jamón y queso: receta
La receta de estos flamenquines es muy sencilla y rápida, ideal para preparar en aquellas ocasiones especiales en las que reúnes a muchos invitados en casa (cumpleaños, eventos familiares, fiestas…) y quieres preparar un picoteo rápido, que te implique dedicar poco tiempo a la cocina.
Los pasos para hacer estos flamenquines son los siguientes:
Para que los filetes de pollo queden más finos, los pondremos sobre nuestra encimera cubiertos con un film transparente y los aplastaremos con ayuda de una maza o martillo de cocina. Les pondremos una pizca de sal.
Sobre cada uno de los filetes colocaremos 2 lonchas de jamón de york y 1 loncha de queso. Intentaremos que el relleno no sobresalga de los extremos del filete.
A continuación, enrollaremos el filete (a lo largo) hasta obtener un rulo.
Lo empanaremos pasándolo primero por harina, luego en huevo y, por último; en pan rallado.
En una sartén con una cantidad generosa de aceite de oliva virgen extra, echaremos los flamenquines, de manera que la parte en la que hemos cerrado el flamenquín quede boca abajo. Así este extremo se sellará antes, lo que nos permitirá que el flamenquín se cierre pronto y el relleno no se salga. Es importante que antes de introducir en flamenquín en la sartén, nos aseguremos que el aceite esté bien caliente.
Freiremos todos los flamenquines, por ambos lados, hasta que estén doraditos.
Cuando estén listos, los colocaremos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
¡Aperitivo listo!
Imagínate que tienes unos días frenéticos y no tienes mucho tiempo para preparar el picoteo, pues no te preocupes porque estos flamenquines caseros son un plato perfecto para congelar y freírlo justo antes de consumirlo.
Esperamos que esta receta de flamenquines de pollo te haya gustado. Y tú, ¿cómo los haces? ¿le añades algún otro ingrediente especial a los flamenquines? ¿Tienes algún otro truco secreto?
¡Bon appétit!