Hoy vamos a tratar una serie de aspectos para que puedas ver las barbacoas desde otra perspectiva. Una perspectiva en la que se tiene en cuenta el impacto sobre la salud pero en la que se mantiene el objetivo del disfrute gastronómico. Para ello hablaremos por un lado sobre cuáles son los mejores alimentos más saludables a incluir en tu barbacoa y aquellos que puedes reducir. También vamos a hablar de como influye la manera de cocinarlos en su resultado final y el impacto que esto tiene sobre la salud.
Cuando piensas en barbacoa es muy habitual que vengan a la cabeza las típica imagen del choricito y la panceta dorándose al sol. No es cuestión de que haya que desterrar a estos alimentos si quieres disfrutar de una barbacoa saludable, sino de que abras tus horizontes culinarios para descubrir otros alimentos que también se pueden cocinar al fuego.
Empecemos con las verduras unas verduras a la barbacoa son una auténtica delicia, puedes hacer brochetas o preparar cestas para que se hagan a fuego lento. Además, estas verduras se presta combinan con multitud de aliños como pueden ser una salsa Romesco, una salsa de yogur o un ali oli tradicional, o simplemente puedes darle un toque usando aceites aromatizados.
Y como no el pescado y marisco a la barbacoa. Estos productos a la parrilla cogen unos aromas muy especiales, imposibles de conseguir con otros métodos de cocción. Te recomiendo que pruebes con rape, rodaballo, salmón, langostinos, navajas y no tengas miedo de hacer que estos manjares pasen a ser los platos fuertes, sorprenderás y repetirás seguro.
Trucos barbacoa
Para terminar os hablaré de la manera de cocinar en la barbacoa y su impacto sobre la salud. Es habitual ver en muchas barbacoas como los alimentos chorrean grasa sobre las grasas y se forman pequeñas llamas. En este proceso se forman lo que se conoce como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). También el hecho de someter a estos alimentos a temperaturas demasiado altas propicia que se formen aminas heterocíclicas (AHC). Estos dos compuestos químicos se asocian a un mayor riesgo de cáncer. Para evitar que éstos se formen es importante reducir la temperatura del fuego. Para esto es importante imitar el modelo argentino, es decir, que las brasas sean maduras, no recién formadas y cocinar a más distancia de lo que habitualmente se hace. Así se cocinarán los alimentos a fuego lento y adquirirán unas jugosidad y aromas muy especiales.
Ya sabes hay muchas maneras de hacer una barbacoa, y sí es posible darle un enfoque más saludable pero sin renunciar a todo el sabor de una buena parrillada.
Fotos: Stephanie McCabe