Hoy os traigo un básico en la cocina como es la salsa de tomate frito, preparada de una forma fácil y sin ensuciar.
Tener siempre en casa, nos servirá de base para muchos platos, desde pasta, para un arroz a la cubana o simplemente para acompañar unas patatas fritas, pizzas, empanadas, y un montón de recetas mas.
Ya sé que es un engorro, pero merece la pena, nunca es igual que el comprado de bote y encima sabemos qué lleva, con los trucos que doy no ensucias nada , lo podrás congelar sin problemas, porque eso si, una vez que te pones, mejor hacer una cantidad considerable.
Por supuesto que los tomates de temporada nos darán un sabor mas rico, pero se puede hacer en cualquier época del año.
Necesitamos:
2 kilos de tomates maduros
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharaditas de sal
2 cucharadita de azúcar
y nada mas................
y con eso tendrás un lujo de salsa de tomate frito casero.
Preparación:
Consejo: tener el fregadero libre de chismes y limpio.
Enjuagamos los tomates y les hacemos un corte en forma de cruz con un cuchillo en la base.
Ponemos una olla con agua y cuando hierva, metemos los tomates y dejamos 20 segundos.
Los ponemos de nuevo en el fregadero y le echamos agua fría. porque los vamos a manejar y para que no quemen.
Se pelaran fácilmente gracias al corte que le hicimos.
Los partimos por la mitad y estrujamos un poco para soltar las semillas.(Este paso es opcional, podemos dejarles las semillas).
Vamos poniendo los tomates en un bol amplio, ya pelados y escurridos, y ahí mismo, metemos la batidora, sólo batimos ligeramente, si nos quedan trozos mas rico sale.
En una cacerola con tapadera (si tiene agujerito para el vapor, mejor), ponemos el aceite, y cuando esté caliente, la apartamos de fuego, y añadimos el tomate.
¿porqué la apartamos? así no salpica, este paso lo haremos cada vez que movamos la salsa durante la cocción.
Hemos añadido el tomate, ponemos la sal y el azúcar y tapamos la cacerola.
Cada diez minutos, apartamos la cacerola del fuego y movemos.
Como se ve, los azulejos están libres de salpicones.Pasados 50 minutos, tenemos la salsa lista, probamos de sal y de acidez, rectificamos si fuera necesario.
Sale una buena cantidad, si no la vamos a usar, congela perfectamente y siempre tendremos un básico preparado para cualquier ocasión que nos surja.
No olvidar retirar la cacerola antes de mover el tomate, así evitarás salpicaduras en la cocina.
Como veis los ingredientes son muy básicos, pero podemos añadir, desde ajo, orégano, tomillo, o incluso pimiento para dar sabor, aunque a mi, me encanta así tal cual.