Cuando es tiempo de espárragos, bien merece la pena comprarlos frescos y disfrutar del sabor de unos espárragos recién recogidos. Es muy fácil encontrarlos en cualquier supermercado cuando están en temporada, aunque, cuando no lo están, lo mejor es recurrir a las conservas y así poder disfrutarlos todo el año. En esta entrada quiero hablar de lo sencillo que es limpiar y cocer unos ricos espárragos.
Espárragos trigueros
Los espárragos trigueros (los de color verde) sólo requieren cortar la parte dura del tallo con las manos. La forma de saber cuál es la parte tierna es ir doblando la punta del tallo y cuando se rompa crujiendo, habremos separado la parte tierna de la parte más dura. Es así de sencillo. Para prepararlos se pueden cocer 5 minutos en agua y sal o bien a la plancha con un poco de aceite de oliva.
Espárragos blancos
Los espárragos blancos, al menos yo los preparo así, requieren algo más de preparación, pero muy poquita, eh!
Con un cuchillo, cortas la parte dura del tallo. Hay que ir hincando el cuchillo hasta que notas que puedes cortar sin hacer fuerza. Una vez cortada la base, se toma un pelador de patatas y se va pasando desde la base de la yema hasta el final del tallo. Cuando lo pelas, ya notas que has quitado la parte dura.
Ahora ya se pueden hervir con agua y un poco de sal. Yo los hiervo durante 4 ó 5 minutos porque me gusta que estén firmes al comerlos, pero hay quien los hierve hasta que ablandan del todo. Aquí ya es cuestión de gustos, Una vez hervidos, se dejan enfriar con el caldo y se pueden guardar en una fiambrera con el agua de cocer hasta el momento de consumirlos.
¿Has visto qué fácil? Pues ahora con ellos ya puedes prepararte una rica tortilla, una tapita o una ensalada!
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Con estos espárragos, preparé esta rica ENSALADA DE ESPÁRRAGOS A LA VINAGRETA CON ATÚN (receta aquí).