Cómo preparar salsas de tomate con la Thermomix
En muchas partes de Italia, sobretodo en el sur, si se tuviese que definir el final del verano con un olor, seguramente os responderían sin dudar: el de la salsa de tomate recién hecha o, mejor aún, el olor que desprende la cocina durante la preparación de tal salsa. Para algunas familias es toda una tradición preparar la salsa de tomate que usarán hijos, abuelos, nietos, sobrinos… durante todo un invierno. Una tradición que se convierte en un ritual, efectuado en mayor parte por las mujeres de la familia, que se reparten los quehaceres como si fuera una cadena de montaje: quien lava los tomates, quien los corta en cuartos, quien los exprime, quien los embotella… Todo aquel que quiera participar, tendrá una función bien determinada y contribuirá a conservar en botellas no solo todo el sabor del rey del verano, el tomate, sino también el cariño con el que se realiza y el empeño y la dedicación de tantas personas.
Pero, ¿por qué tanto trabajo, que puede durar incluso días, con lo rápido que es ir al supermercado y comprar una lata o un bote ya hecho? Pues porque no es lo mismo absolutamente. Primero, porque no te sabe igual la salsa industrial que la preparada en casa y, segundo, porque cuando coges ese bote y lo abres, te viene a la mente el momento de la preparación con todos sus recuerdos e, inevitablemente, se dibujará una sonrisa en tu cara pensando en las anécdotas del día o en los familiares con quien compartiste ese momento.
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Bueno, la verdad es que la Thermomix ha roto un poco esa cadena familiar de colaboración para la preparación de la salsa y ahora basta una persona y el robot para poder hacer todo (venga, si queréis tener compañía, podéis involucrar a vuestra pareja o hijo). También es verdad que ha acortado los tiempos de preparación, algo muy positivo, pero siempre nos quedará el gusto de abrir el bote preparado por nosotros mismos y sentir ese olor a tomate que no tiene la salsa industrial, ¡que no te quepa duda!
Por eso, mi despensa este año estará muy bien acompañada con muchas conservas de tomate.
Ahora os dejaré mis recetas preferidas y las que más uso, la utilidad que podemos darle a cada salsa y la forma que utilizo yo para esterilizar los botes donde conservar la salsa durante todo el invierno.
Salsa de tomate con sofrito de cebolla, apio y zanahoria
Es una salsa muy apañada, lista ya para ser usada con cualquier carne, como carne guisada o albóndigas. Solo tenéis que abrir el bote y calentar la salsa.
Ingredientes:
1 kg de tomates maduros, mejor si muy jugosos
1 cebolla grande
1 zanahoria grande o dos medianas
1 trozo de apio
Sal (al gusto)
Preparación:
Lavar y secar muy bien todas las verduras. Pelarlas y cortar la cebolla en cuartos y la zanahoria y el apio en varios trozos.
Poner las verduras en la Thermomix. Triturar 10 segundos a velocidad 8. Programar 3 minutos, temperatura 100 grados, velocidad 1.
Mientras tanto, lavar, secar y cortar en cuartos los tomates.
Añadirlos al sofrito de verduras y volver a triturar 10 segundos a velocidad 8. Salar al gusto y programar 30 minutos, temperatura 100 gramos, velocidad 1.
Salsa de tomate cherry con albahaca
Esta salsa tiene un resultado más dulce respecto a la anterior y con la albahaca añadida, tiene un olor excepcional. Va genial con la pasta, cuando queremos hacer unos simples macarrones con tomate, o para preparar una delicada boloñesa.
Ingredientes:
1 kg de tomates cherry
15/20 hojas de albahaca fresca
Sal (al gusto)
Preparación:
Lavar, secar y cortar en cuartos los tomates.
Ponerlos en el vaso de la Thermomix y triturar 10 segundos a velocidad 8. Salar al gusto y programar 25 minutos, temperatura 100 gramos, velocidad 1.
Mientras se va haciendo la salsa, lavamos y secamos muy bien las hojas de albahaca fresca.
Terminado el tiempo de la Thermomix, añadimos la albahaca y terminamos la cocción con otros 5 minutos, temperatura 100 grados, velocidad 1 antihorario.
Tomate triturado en crudo
El tomate triturado en crudo envasado al vacío es muy cómodo, porque lo podemos utilizar con cualquier tipo de receta, podemos preparar cualquier salsa o cualquier otro plato, incluso para preparar una “bruschetta” o una buena tostada con tomate y jamón por la mañana, y tenéis la ventaja de estar utilizando tomates de temporada en pleno invierno.
Ingredientes:
1 kg de tomates maduros para salsa
1 pizca de sal
Preparación:
Lavar, secar y cortar en cuartos los tomates.
Ponerlos en el vaso de la Thermomix y triturar 10 segundos a velocidad 8. Salar al gusto y mezclar otros 10 segundos a velocidad 6. Si os gusta encontrar trocitos, os recomiendo que trituréis a una velocidad inferior, en base a vuestros gustos. En esta salsa los trocitos le dan un buen sabor.
Cómo esterilizar los vasitos de cristal para nuestras salsas de tomate
Poner los vasitos en una olla grande, cubrirlos con agua y poner a hervir el agua. Vigilar cuándo romper a hervir el agua y calcular unos 20 minutos. Entonces, añadir también las tapas de los vasitos. Otros diez minutos más de hervor y apagar el fuego. Cuando el agua se haya enfriado lo suficiente para no quemarnos, sacamos con unas pinzas los contenedores y las tapas y los ponemos bocaabajo para que se sequen bien.
Cuando se hayan secado, vertemos en los vasitos las salsas recién hechas, es decir, muy calientes (con lo cual conviene preparar antes los vasitos y dejarlos secar mientras se prepara la salsa). Cerramos bien y les damos la vuelta. Cuando se enfríe completamente la salsa, les damos de nuevo la vuelta y comprobamos que se haya creado el vacío. Para ello, pegaremos un par de golpecitos en la tapa. Si no hace ningún ruido y la tapa se queda inmóvil, querrá decir que lo hemos hecho bien. Si se escucha un “clip” o el centro de la tapa baja y sube cuando apretamos, es que algo ha pasado y no se ha creado el vacío. En ese caso, tenemos dos opciones: o lo guardamos en el frigo y lo consumimos en poco tiempo, o probamos a hacer otra esterilización en agua hirviendo con la salsa de tomate dentro del bote.
En el caso del tomate triturado en crudo, es muy importante que hagamos esta doble esterilización: con la salsa dentro de los botes, los cerramos muy bien, los envolvemos en paños de cocina limpios y los volvemos a inmergir en una olla con agua que llevaremos de nuevo a ebullición y dejaremos otros 30 minutos. Cuando se enfríe el agua, retiramos los botes y comprobamos que se haya creado el vacío.
¡¡¡Vuelvo a repetir que es muy importante la segunda esterilización cuando metemos los alimentos en crudo!!!
Éstas son las principales salsas de tomate que preparo con la Thermomix, pero con estas bases vosotros podéis preparar las salsas como más os gusten: en vez de cebolla, apio y zanahoria podéis usar solo cebolla, o hacerla con ajo; o podéis añadirle una guindilla; el tomate triturado lo podéis enriquecer con albahaca u orégano… en fin, una lista infinita de posibilidades según vuestros gustos y según las utilidades que le dais a vuestras salsas.
Espero que os hayan gustado mis propuestas y, sobretodo, espero que probéis a hacerlas vosotros para que veáis la satisfacción que supone tener en invierno la despensa llena de cosas preparadas por vosotros mismos.
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