Buenos días, ¿ qué tal ha ido la semana?
La mía ha pasado volando. Entre que sigo modo marmota on y me voy quedando dormida por las esquinas y que sigo a la búsqueda de una cama nueva no he tenido mucho tiempo, ni muchas ganas la verdad, para hacer nada relacionado con el blog.
¿Sabéis ese dicho que dice que con la regla no puedes montar mayonesa porque se corta? Yo nunca he creído en él, pero es cierto que hay veces que no me sale nada en la cocina y justo coincide con eso.
Aunque esta semana no es el caso, pero no he conseguido que me salga nada bien, culinariamente hablando. Hice el otro día unas magdalenas veganas y más que magdalenas eran chicles, ayer me tocó hornear y puse mal una fermentadora, aunque conseguí salvar prácticamente todo el pan, se me caía todo, el pan quedaba más tostado de lo que quería.... y el otro día tenía antojo de cookies crujientes y me salieron estas galletas.
Lo de las magdalenas y lo del pan no tiene mucha solución, pero estas cookies sin ser lo que en un principio pretendía merecen ver la luz aunque eso sí seguiré investigando cómo hacer unas cookies veganas crujientes y unas magdalenas que no parezcan chicles para que las veáis pronto por aquí. Estas galletas son unas cookies blanditas en el interior y con los bordes ligeramente crujientes.
El resumen de esta historia es que cuando estas muy cansada mejor mantenerse lejos del horno.
Ingredientes (16 unidades)
400 g de harina
195 g de panela
125 g de bebida vegetal (yo uso de Almendras)
120 g de margarina
100 g de chips de chocolate negro
1/2 cucharadita de bicarbonato
Una pizca de sal
Precalentemos el horno a 180º.
Derretimos la margarina y dejamos que se enfríe antes de mezclarla con la panela.
Incorporamos la harina previamente tamizada con el bicarbonato.
Añadimos la bebida vegetal.
Añadimos los chips de chocolate y mezclamos con una espátula para que se repartan por toda la masa.
Hacemos bolitas del mismo tamaño y colocamos sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado.
Aplastamos ligeramente y horneamos 15 minutos.
Dejamos que se enfrien antes de pasar a una rejilla.
Conservamos en un recipiente hermético.
Feliz semana :)
Fuente: este post proviene de Repostería Tximeleta, donde puedes consultar el contenido original.
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