MAMA?que haríamos sin ella? Lo es todo para nosotros, nuestras compañeras incansables y a quien deberíamos dedicarles todos nuestros triunfos en la vida.
La mía sigue de cerca el blog, me comenta y me llama corriendo eufórica cuando llego a un número redondo de visitantes. Hoy es su cumpleaños, así que le mando millones de besos cibernéticos porque los reales se los daré mañana.
Aquí una foto que no sé ni los años que tiene, pero me encanta... :-)
Y a la madre de los hermanos Roca va dedicado el libro ?La cuina de la meva mare?, escrito por Joan Roca y del que he sacado esta rica receta de la famosa en el mundo entero crema catalana.
El libro es un recopilatorio de las recetas típicas catalanas de Montserrat y Angeleta, la madre y abuela de estos tres hermanos que se criaron entre los fogones de Can Roca, el restaurante familiar y donde descubrieron su vocación
.
Os animo a prepararla, sale realmente buena. Podéis acompañarla con canela, con una galleta maría o como es más típico aquí con azúcar quemado.
INGREDIENTES (para 8 personas)
1 litro de leche
1 rama de canela
1 piel de limón (parte amarilla)
8 yemas de huevo
200gr de azúcar
40gr de maicena
ELABORACION
En un cazo ponemos a hervir la leche con la piel de limón y la canela. Cuando hierva, paramos el fuego y dejamos infusionar durante unos minutos para que la leche se impregne de todos los sabores.
Mientras, mezclamos las yemas con el azúcar y el almidón disuelto en un chorrito de la leche hasta que estén todos los ingredientes integrados.
Volvemos a hervir la leche, y cuando arranque el hervor sacamos la piel y la canela y añadimos la mezcla anterior sin dejar de remover con unas varillas manuales hasta que veamos que coge la consistencia de una crema espesa (como las natillas).
Si se hace con cuidado a fuego lento no deberían quedar grumos. No obstante siempre podéis colarla.
Disponemos la crema en los recipientes elegidos, enfriamos a temperatura ambiente. Si vamos a tardar en comerlas, guardamos en nevera.
Yo siempre las saco un ratito antes para que se atemperen un poquito antes de comerlas, así disfrutaremos mucho más de su sabor.
Un postre sencillo y tradicional perfecto para acabar una buena comida.