Este es el resultado de nuestro último experimento y debo decir que quedó estupendo.
Ingredientes:
2 berenjenas.
1 puerro.
1 diente de ajo.
1/2 cebolla.
100 gr. de almendras crudas.
1 litro de caldo.
Aceite y mantequilla.
Sal, pimienta en grano y cúrcuma.
Chips de cebolla.
Empezamos poniendo las almendras en remojo, 100 gr. de almendras en 100 gr. de leche. Después limpiamos y cortamos las berenjenas a lo largo y luego en rodajas gruesas. De la parte más ancha de una berenjena debemos cortar unas 20 láminas finas que luego nos servirán para completar el plato.
Ponemos con sal las berenjenas cortadas y las dejamos llorar 20 minutos, eso hará que pierdan el amargor.
Mientras tanto, en una cazuela ponemos una cucharada de aceite y otra de mantequilla y rehogamos en ella la cebolla y el puerro picaditos.
Batimos las almendras con la leche hasta obtener una masa fina pero bastante compacta.
Cuando la cebolla y el puerro empiecen a perder tersura añadimos la masa de almendras, media cucharilla de cúrcuma, algo de sal y 6 granos de pimienta negra. Rehogamos todo junto, durante 5 minutos a fuego medio, removiendo constantemente.
Agregamos después las berenjenas que habremos secado bien y le damos unas vueltas a todo el conjunto durante 3 minutos.
Añadimos el caldo y dejamos hervir a fuego suave durante media hora.
Mientras hierve el contenido de la cazuela, pasamos por la sartén las medias lunas finitas de berenjena hasta que tengan un bonito color dorado y reservamos sobre papel de cocina.
Pasamos el contenido de la cazuela por la batidora hasta obtener una crema fina y del espesor que más nos guste. Si queda densa se puede aligerar con caldo o con leche.
Probamos como está de sal y rectificamos si es necesario.
Servimos bien caliente en platos o cuencos y sobre cada uno ponemos unos chips de berenjena de los que teníamos reservados y unos chips de cebolla que, podríamos haber hecho pero esta vez los hemos comprado.
Pruébala, estamos seguros de que te encantará.