Nos encanta daros opciones para que cocinéis los alimentos de distinta forma porque creemos firmemente en eso de que “en la variación está el gusto”.
Ingredientes:
1 berenjena por comensal,
1 cebolla grande,
1 pimiento verde,
1 puerro,
2 dientes de ajo,
1 pimiento rojo,
1 cucharada de maicena,
tomate triturado,
canela, tomillo y azúcar moreno,
sal, pimienta negra y aceite de oliva,
queso rallado,
1 tomate fresco y maduro,
perejil fresco picado,
aceite picante de guindilla.
Empezamos pelando totalmente las berenjenas pero les dejaremos el rabito. Las salamos y dejamos sudar durante 1 hora.
Secamos las berenjenas y las escaldamos, de 3 a 5 minutos, dependiendo del tamaño que tengan. Las sacamos del agua y dejamos que escurran un poco.
En una sartén, sin nada de grasa, vamos tostando con cuidado el contorno de las berenjenas. Hay que ser paciente e ir dando la vuelta a las berenjenas con regularidad. Cuando estén tostadas por fuera, las retiramos del fuego y las reservamos.
En una sartén con 3 cucharadas de aceite pochamos la cebolla, el pimiento verde y el puerro hasta que estén tiernos. Salpimentamos ligeramente y reservamos.
En una sartén amplia, tostamos una cucharada de harina y después le añadimos el tomate triturado, 2 cucharadas de aceite y removemos todo bien. Añadimos después a la sartén una cucharilla de canela, otra de tomillo, otra de azúcar moreno y medio vasito de agua. Removemos todo y dejamos que la pasta de tomate adquiera una consistencia densa. Salpimentamos y reservamos.
Ponemos a asar el pimiento rojo, lo pelamos y lo cortamos en seis tiras gruesas. Reservamos también.
A estas alturas las berenjenas estarán frías. Les hacemos un corte longitudinal sin llegar a partirlas del todo. Los lados tienen que formar una barquilla para que las podamos rellenar.
Las ponemos en la bandeja del horno y las abrimos sin romperlas. Las salpimentamos ligeramente y las vamos rellenando poniendo primero un par de cucharadas del sofrito. Sobre el sofrito un par de cucharadas de la pasta de tomate especiada y, sobre el tomate la tira de pimiento rojo asado. Después añadimos, por encima y generosamente, el queso rallado y por último unas rodajas finas de tomate. Salpimentamos de nuevo y rociamos cada una con un hilo de aceite de guindilla.
Las introducimos en el horno a 170- 180 º C durante unos 20 – 30 minutos.
Las servimos bien calientes y espolvoreadas con perejil fresco y pistachos picados.