Acabábamos de cenar en una tradicional brasserie parisina, ya era tarde, anochecía, el frio, el viento y una tenue lluvia nos acompañaba mientras caminábamos conversando con nuestro amigo Paco y su compañera.
Fue en un mes de Febrero del año 1998, recuerdo perfectamente aquel viaje. No era la primera, ni la segunda, tampoco la tercera vez que viajaba a La Ciudad de la Luz; si mi memoria no me falla, era la cuarta vez que visitaba Paris. ¿Quién me diría que volvería en dos ocasiones más con el paso de los años?
Aquella noche, íbamos camino del hotel, cansados pero contentos de haber disfrutado de un dia intenso, de visitar monumentos, de perdernos por las calles y decididos irnos a descansar, hasta que de pronto la vimos, allí estaba, majestuosa, espléndida, elegante y a la vez fuerte, iluminando la noche parisina, La Dama de Hierro, La Torre Eiffel nos sedujo en la niebla.
Ella ocupaba todo el espacio visible ante nuestros ojos, aquella imagen fantasmagórica, envuelta en una capa gris que abrazaba a la bella Dama, la fabulosa Torre parisina, como un faro que nos iluminaba y nos indicaba el camino, su camino....era sencillamente Fantastique.
Hazme una foto le dije a mi marido; si no se te va a ver...no importa, se la ve a ella, por lo menos sus luces.....
En su cima, el doble faro giraba sin cesar, iluminando tenue y constantemente el cielo gris, encapotado; parecía que se movía suavemente al compás del viento, en un ir y venir cadencioso, lento, como si quisiera bailar al compás de una vieja canción, con el suabe acento francés de Georges Moustaki aquel cantautor que no dejaba de escuchar sus canciones allá por mediados de los años 70.
¡¡ Vamos a subir !! dijimos casi al unísono..Sí, pero hasta lo más alto, hasta el máximo comentaron ellos.
(Les diré que en La Torre Eiffel dejo atrás mi eterno problema: el vértigo. Siempre he subido sin miedo, con decisión cada vez que visito Paris. Y por cierto la primera vez que la visité fue de noche y la visión nocturna de Paris desde su máxima altura me cautivó).
Hemos subido hasta el tercer nivel, pero igual con éste viento, nublado y chispeando no podemos llegar, quizás no nos dejen. ¡¡ Venga, vamos a intentarlo !!
(Por cierto, les comento que el primer nivel se encuentra a 57 metros de altura, el segundo nivel a 115 metros del suelo y desde allí parte el ascensor que lleva al tercer nivel, a 276 metros. La Torre Eiffel tiene una altura total de 324 metro mts. El acceso se hace obligatoriamente por un ascensor, la escalera está prohibida al público a partir del segundo piso y se llega a un espacio cerrado lleno de mapas de orientación. Al subir algunas escaleras, se llega a una plataforma exterior, a veces denominada erróneamente cuarto piso).
Hasta allí llegamos, estábamos solos, los cuatro, la Torre era nuestra; no sabíamos si llovía o era la humedad de las nubes que abrazaban la ciudad; una ciudad que había desaparecido totalmente a nuestros pies, mientras ella nos mecía suavemente, acurrucándonos, susurrándonos al oído que teníamos que volver.
Así lo hicimos en dos ocasiones más mi marido y yo, volvimos y llevamos a nuestros hijos . Y a ellos, le presentamos a la Dama de Hierro, para que se enamoraran de ella, como nosotros, que quedamos prendados de ella y por supuesto, de Paris.
Viajamos por última vez en el año 2012..mientras, pensando en volver algún dia, vuelvo gastronómicamente a Paris en Mi Cocina, rememorando, disfrutando de uno de sus postres más emblemáticos: Crêpes Suzette. Uno de los postres que más le gusta a mi marido.
La palabra Crêpe tiene su origen en el latín "crispus", que significa una textura plana y casi crujiente. Originalmente, los franceses se referían a ellos como "galletas crujientes" o tortas planas. Tengo entendido que son originarios de Bretaña, en el noroeste francés, pero sin lugar a dudas es el postre francés por excelencia.
El crepe suzette es una crêpe dulce, rellena con beurre Suzette (mantequilla Suzette), una mezcla de mantequilla, azúcar, zumo exprimido de mandarina o naranja, y triple sec (licor incoloro con 40º de alcohol, hecho a partir de la destilación de cáscaras de naranja). La característica de las crêpes Suzette; es el beurre Suzette, con el que se rellenan las crêpes antes de doblarlas en triángulos, que puede ser flambeada con brandy, aunque el flambeado es opcional.
Su origen, su historia en sí misma es una leyenda. Una historia que ha surgido con los años es que un chef aprendiz de nombre Henri Charpentier, cuentan que mientras estaba trabajando en el Café de París en Mónaco tuvo la idea en 1895 a los 14 años. Según comentó el chef, incendiar el plato fue un accidente, pero que cuando lo probó fue una "melodía deliciosa".
Henri realizó el plato para el príncipe de Gales, que luego se convirtió en el rey Eduardo VII, y le dio nombre de Suzette en honor de una dama joven que acompañaba al príncipe de Gales. Desde entonces, los crêpes Suzette se han convertido en uno de los postres más celebrados de Francia y también son famosos en todo el mundo. Y por supuesto, uno de los que más gustan en "Mi Cocina".
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para los crepes (unas seis unidades aproximadamente):
2 huevos, una taza de harina, una taza de leche, 2 cucharadas soperas de coñac, 3 cucharadas soperas de azúcar, ½ cucharada de sal y 5 cucharadas soperas de mantequilla derretida.
Ingredientes para la salsa beurre suzette o salsa de mantequilla suzette:
4 cucharadas soperas de coñac, 6 cucharadas soperas de mantequilla igualmente derretida, una cucharada sopera de ralladura de naranja, 2 cucharadas soperas de licor de naranja triple seco y el zumo de una naranja.
Ingredientes para decorar: Helado de vainilla, frutos rojos, hierbabuena y azúcar glas.
Los pasos a seguir:
Preparar la salsa, para ello:
Poner en una sartén las tres cucharadas de coñac y prender fuego al coñac con una cerilla (aconsejo que sea larga, como las de encender la chimenea; no tener encendido el extractor de cocina en ése momento y por supuesto el máximo cuidado de no quemarse, tengan en cuenta que la llama azulada casi no se ve). (Como podrán ver en el video, le tengo mucho respeto al tema en cuestión)
Al prender fuego al coñac, remover la sartén dejando flamear o flambear (de las dos formas se puede decir) durante unos quince segundos. Apagar el fuego, sencillamente soplando.
Pasar el coñac flambeado a una cacerolita y agregar la mantequilla, las tres cucharadas de azúcar, la mitad del zumo de naranja
Llevar a ebullición hasta que reduzca hasta convertirse como si fuese un jarabe.
Echar el resto del zumo de naranja, la ralladura de la piel de la naranja y el licor triple seco.
Remover bien y mantener caliente.
(Nota.- una vez frio, si no se ha usado toda la salsa, se puede guardar en el frigorífico. Volviendo a calentar cada vez que se utilice).
Preparar los crêpes:
En el vaso de una batidora echar los huevos, la leche, la harina, el coñac, el azúcar, la mantequilla y la sal, mezclando bien de forma que no queden grumos y que la masa sea lo más fina posible.
Una vez preparada la masa, echar un poco de mantequilla en una sartén antiadherente, de forma que cubra bien el fondo y calentar a fuego medio.
Echar suavemente la masa de las crepes en la sartén moviéndola para que se esparza finamente por toda la superficie.
Dejar hacer hasta que se dore (más o menos un minuto), mientras con una pala de madera ir despegando los bordes, con cuidado de que no se rompa y que no quede pegado el crêpe a la sartén.
Darle la vuelta (lo hago con un plato llano) y dejarla por ése lado otro minuto.
Hacerlas todas si se van a consumir en ése momento (si no es así, se puede conservar en el frigorífico).
Doblar las crepes en cuatro, rellenando generosamente con la salsa de naranja previamente, de forma que queden como un triangulo.
Emplatar espolvoreando con azúcar y salseando generosamente.
Esta entrada quiero dedicarsela a una gran Chef francesa-andaluza y para más inri: malagueña. Francesa de nacimiento, andaluza de adopción y malagueña de corazón. Ella es Evelyne Ramelet, periodista especializada en gastronomía y sociología europea, presentadora y cocinera de programas en televisión Canal Cocina. Autora de libros de cocina, escritora de la revista francesa llamada Mise en scène, colaboradora en radio Nacional de Francia y profesora de cocina (imparte clases de cocina desde hace años, tanto en Francia como España) pero ante todo una bellisima persona (ESTA es su WEB) .
Disfruten de la gastronomía francesa......degusten un delicioso Crêpes suzette.