Tengo una libretita en la que me voy apuntando las recetas que me gustaría ir haciendo: ideas que se me ocurren, platos que veo a otra gente o en los libros, los menús que quiero hacer cada semana, etc.
El caso es que tenía una receta pendiente desde hace mil. Es una receta fácil, que puedes hacer con diversos ingredientes (unos más sencillos y otros menos) pero, por H o por B, pues no la había hecho hasta ahora.
Son los famosos CROQUE CAKES que, básicamente, son pasteles salados al horno. Yo los conocí a través de la web de Webos Fritos, en donde podéis encontrar varias combinaciones de este tipo de pastel.
En este caso hemos hecho el CROQUE CAKE DE PAVO Y QUESO en un molde tipo plum cake (vamos, el típico de los bizcochos de toda la vida que, concretamente, el mío mide 30x12x7,5).
Por un lado deciros que es bastante fácil de hacer y, además, el que os propongo hoy, como es el primero que hago, he optado por el más sencillo desde mi punto de vista. Peeero (sí, hay un pero) me ha resultado difícil de desmoldar (en caso de que queráis desmoldarlo entero). Podéis o bien hacerlo en un molde tipo plum cake desmoldable (que yo no tengo, error mío) o directamente servirlo en el molde e ir cortando y sirviendo directamente de allí (que es lo que he tenido que hacer yo). Y eso que había puesto papel de horno por debajo para poder desmoldar fácil. Pero no ha habido manera. Lo volveré a intentar y os cuento. Por el momento, os dejo la receta.
INGREDIENTES:
Pan de molde. Lo ideal sería que usarais el que es alargado, que es perfecto para este tipo de pasteles y además ya viene sin corteza. Yo lo he comprado en Mercadona y he usado unas 4 planchas
Lonchas de pavo. He puesto 5 pero un poco al gusto y también en función del grosor de las mismas
50 g de mantequilla sin sal
50 g de harina de trigo
500 ml de leche entera
sal
pimienta negra
entre 100 y 150 g de queso rallado, que en este caso ha sido Emmental
Lo primero que tenemos que hacer es la bechamel.
Ponemos en una sartén a fuego medio la mantequilla y, cuando se funda, añadimos la harina y removemos con unas varillas continuamente.
Cuando está bien disuelto todo, vamos añadiendo la leche, que debe estar un poco templada, y poco a poco mientras seguimos removiendo. Así hasta que acabemos de echar toda. Seguimos removiendo y cocinándolo unos minutos y veremos que va espesando. Después de unos 5 minutos, añadimos la sal y pimienta negra (al gusto) y unos 100 g del queso. Removemos hasta que esté todo bien incorporado y reservamos.
Precalentamos el horno a 180°.
Ahora vamos a montar el pastel. Ponemos papel de horno en el fondo, una tira a lo largo y otra a lo ancho. Esto se supone que nos ayudará luego a desmoldar. Pero como en mi caso me ha sido imposible (no sé exactamente cuál habrá sido el problema, si demasiado peso, humedad, …), os recomendaría el molde desmoldable.
Ponemos una plancha de pan de molde. Si no es del mismo tamaño que el molde, las cortamos o añadimos más trozo. Ponemos una capa de pavo y otra de bechamel.
Otra vez ponemos pan de molde, pavo y bechamel.
Y acabamos poniendo la última de pan de molde, la bechamel que nos quede y queso rallado.
Metemos al horno unos 25-30 minutos, sacamos, dejamos reposar y desmoldamos o servimos tal cual.
Es un plato contundente entre la bechamel, el queso y el pan. Así que llega para unas cuantas raciones. Podríais acompañarlo con una ensaladita, como he hecho yo. Y, como os comentaba, podéis hacerlo con otros ingredientes como verduras, por ejemplo.
Espero que os haya gustado!!!
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Un beso,
Ane