Las croquetas de bacalao y patata de esta receta no llevan bechamel pero son igualmente deliciosas.
Habitualmente, los ingredientes favoritos para las croquetas es el jamón y el pollo. Pero las posibilidades de las croquetas son innumerables y también las tenemos de morcilla, de setas, de foie, de puchero, de chorizo, de queso, de merluza, de gambas, de diferentes verduras y, cómo no, de bacalao. Los ingredientes unidos con salsa bechamel, en pequeñas bolitas de forma redonda u ovalada, se empanan con harina, huevo y pan rallado y luego se fríe con abundante aceite.La croqueta, que es de origen francés pero está muy arraigada en España, se dice que surgió en el siglo XIX de la necesidad de aprovechar todas las sobras de comida en una época de escasez. Por ejemplo, para aprovechar carne sobrante del guiso del día anterior o restos de jamón que se estaban poniendo ya duros. Todos estos restos se unían con la bechamel, ya que en esa época la harina era un ingrediente que abundaba en las casas.
No obstante lo anterior, a finales del siglo XVII ya se preparaba algo parecido pero no se agregaba bechamel sino patatas, porque al parecer a finales del siglo XVII la bechamel aún no se había inventado.
Para que una croqueta sea perfecta tiene que derretirse en la boca con una textura suave. El relleno perfecto es a gusto del comensal, es decir, aunque los más clásicos están basados en jamón o carne de cocido, actualmente las croquetas están elaboradas con un sinfín de ingredientes como se han enumerado más arriba.
Estas croquetas, que no llevan bechamel sino patata, se encuentran entre mis favoritas. En mi familia siempre se han preparado las albóndigas de bacalao, cuya base es prácticamente la misma que para esta receta de croquetas pero van rebozadas con clara de huevo batida.Por supuesto también me gustan mucho las clásicas croquetas de bacalao elaboradas con una base de bechamel, pero hoy me apetecía cambiar, de ahí estas croquetas de bacalao y patata. Están tan buenas que no puedes dejar de comerlas y ¡siempre saben a poco!.
Las podéis servir como aperitivo o como un primer plato acompañadas con unas habitas tiernas.
Croquetas de bacalao y patata
Dificultad: fácil
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Ingredientes
200 gramos de migas de bacalao desalado (en los supermercados se suele encontrar al lado de las bandejas de pescado fresco)
600 gramos de patatas
1 diente de ajo
perejil fresco
sal y pimienta negra molida
harina de trigo para rebozar
1 huevo para rebozar
pan rallado para rebozar
aceite de oliva suave para freír
Preparación
Lavad las patatas muy bien y echadlas, sin pelar, en una cazuela con agua y un poco de sal cuando empiece a hervir. Cocedlas durante unos 20 minutos. Procurad que todas las patatas sean del mismo tamaño para que se cuezan todas al mismo tiempo.
Mientras se cuecen las patatas, en una sartén añadid un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y rehogad el ajo, pelado y picado muy fino. Le dais unas vueltas y no dejéis que coja color. Añadid el bacalao e id removiendo para que se desmigue mientras se cocina. No os asustéis por la cantidad de agua que soltará. Id removiendo hasta que quede bien seco.
Las patatas las dejáis enfriar un poco, las peláis y preparáis un puré muy fino. Añadid al puré un poco de perejil fresco picado y salpimentad. Añadid a este puré el bacalao y lo mezcláis bien hasta que quede una pasta homogénea. En el mismo recipiente tapado con film transparente, o en otro, dejáis enfriar la pasta en la nevera.
Esta masa la podéis guardar de un día para otro sin problema. Preparad las corquetas cogiendo porciones pequeñas como para uno o dos bocados. Les dais la forma que más os guste. Yo las prefiero ovaladas. Pasadlas muy bien por harina, queden bien cubiertas, y después las pasáis por huevo batido y pan rallado. Las freís en abundante aceite muy caliente.
Mejor servirlas recién hechas para disfrutar el empanado bien crujiente y que contraste con el relleno suave y tierno del bacalao con la patata.
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