De nuevo aquí me tenéis para compartir otra delicia; parece que poco a poco empiezo a superar la "vaguitis repostera", el pasado fin de semana fue muy productivo y es que cuando me viene la "dulce inspiración" es un no parar jajajaja...
En esta ocasión repito receta, hace bastante tiempo que publiqué unas cuñas de crema que vi en la web "De la vista al Paladar" quedaron muy buenas, pero me pareció que la textura de la torta quedaba algo densa debido a que la masa le sobraba harina o le faltaba líquido (a mi parecer).
He utilizado la misma receta pero con algunos cambios que la han mejorado notablemente (en mi humilde opinión) pues han salido muy blanditas e incluso al día siguiente, se mantenían tiernas, cosa que en bollería, es bastante difícil.
He reducido la cantidad de levadura a la mitad; la verdad, 50 gr. de levadura para casi medio kilo de harina me parece una pasada. También he quitado unos 50 gr. de harina, añadido azúcar invertido y le he hecho un prefermento; todo esto, junto con unos levados lentos da como resultado unas cuñas tiernas y esponjosas, ¡estupendas!
Me gustaría decir, aún a riesgo de ser muuuuuuy pesada! que con este tipo de masas no hay que tener prisas y darle el tiempo preciso a cada uno de los levados. Lo digo porque cuando publiqué la primera receta de cuñas, recibí algunos comentarios vuestros diciéndome que la masa no subía y que no conseguisteis hacerlas. Quiero decir que todas y cada una de las recetas que comparto, antes de publicarlas las hago en casa y salen tal cual podéis ver en las fotos; me gusta ser honesta con los lectores y me llena de satisfacción cada vez que me escribís para decirme que la receta os ha salido bien.
Para que os hagáis una pequeña idea de los tiempos os diré que empecé con la masa madre el sábado por la mañana. A media tarde del sábado hice la masa y la dejé tapada para que empezara a levar antes de meterla en la nevera durante toda la noche.
Sobre las ocho de la mañana del domingo, saqué la masa para que se atemperara mientras desayunábamos. Aproximadamente a las diez y media dividí la masa y formé las tortas que dejé levando tal como podéis ver en la foto:
Eran la una del mediodía cuando estaban listas para el horneado. Tras quince minutos de horno, las saqué para que se enfriaran totalmente antes de poder cortarlas para rellenarlas.
¡Menudo rollo os he soltado! pero es que creo que así os haréis una idea de los tiempos de reposo; que no siempre son los mismos ya que depende mucho de la temperatura ambiente, la cantidad de levadura, el tipo de harina, etc...
En resumen; PACIENCIA jajaja!!!
Vamos con la receta ¿no?
CUÑAS DE CREMA Y CHOCOLATE
Ingredientes:
Prefermento:
60 gr. de harina de gran fuerza
60 gr. de agua
12 gr. de levadura fresca de panadería
Masa:
390 gr. de harina de gran fuerza Santa Rita
125 ml de leche entera
60 gr. de aceite de oliva suave
75 gr. de azúcar invertido
50 gr. de azúcar blanco
13 gr. de levadura fresca de panadería
3 gr. de sal
Aroma de vainilla (opcional)
Baño de chocolate:
200 gr. de chocolate para postres Nestlé
100 gr. de agua
200 gr. de azúcar
Glaseado blanco:
200 gr. de azúcar glass
Unas gotas de zumo de limón
agua (la cantidad dependerá de lo denso que lo queramos)
Elaboración:
Como he comentado anteriormente, la mañana del sábado hacemos el prefermento; mezclamos los ingredientes y tapamos con film. Dejamos que fermente.
Una vez que el prefermento esté en plena efervescencia, procedemos a elaborar la masa. Yo utilicé mi panificadora; es una máquina estupenda para esta cantidad de masa, las deja lisas y sedosas y nos ahorra un montón de trabajo.
Personalmente prefiero hacer el programa solo amasado dos veces. Cuando termina el programa, dejo que repose la masa y tras unos 10 o 15 minutos, vuelvo a poner el programa solo amasado.
Una vez finalizado el amasado, sacamos la masa a un bol aceitado y tapamos con film.
Dejamos que la levadura empiece a hacer su trabajo durante unas horas antes de meterla en la nevera para dejarla durante toda la noche.
El domingo por la mañana, sacamos la masa para que se atempere durante unas horas y termine la fermentación.
Dividimos la masa en dos porciones iguales y formamos las tortas; las ponemos sobre papel de horno, pinchamos la superficie con un palillo y las tapamos con film transparente aceitado.
Las dejamos levar con tranquilidad; no os digo tiempo porque no es exacto, tan solo os digo que no tengáis prisas y dejéis que la levadura haga su trabajo.
Una vez veamos que han doblado su tamaño, las metemos en el horno pre calentado a 180º solo con aire durante unos 15 minutos o hasta que las veamos de un bonito color dorado.
Terminada la cocción, las sacamos a una rejilla para que se enfríen bien antes de cortarlas para el relleno.
Mientras tanto podemos hacer la crema pastelera para el relleno; la receta la que mas os guste, pero que os salga aproximadamente un litro; la que utilicé la podéis encontrar aquí.
Una vez hayan enfriado las tortas, las cortamos y rellenamos con la crema pastelera. Las cortamos en porciones; me salieron 6 cuñas de cada torta. Untamos con crema pastelera los laterales de cada cuña y las ponemos sobre una rejilla para bañarlas.
Baño de chocolate:
Hervimos el agua junto con el azúcar hasta que ésta se disuelva; añadimos el chocolate troceado y removemos para que se funda bien.
Baño glaseado blanco:
Ponemos en un cuenco el azúcar glass y añadimos unas gotas de zumo de limón; vamos poniendo poco a poco agua a cucharadas hasta conseguir una textura bastante densa, ha de napar el dorso de la cuchara.
Bañamos las cuñas y las dejamos secar (si sois capaces de esperar jajajaja)
¡Buen provecho!