¡Ya es hora de hacerle un homenaje a los Cupcakes!
Lo digo porque parece que últimamente hay personas que quieran hacerlos de menos, tratándolos como si fuese una opción de segunda dentro de la repostería. Como si fuese algo cursi y muy pijo que nada tuviese que ver con la auténtica pastelería.
He llegado a la conclusión que se debe a la forma de magdalena. Es decir al papelito donde horneamos. Pensad si no, en el mismo bizcocho horneado en un molde redondo y la deliciosa cobertura bien extendida sobre el bizcocho, adornando con la manga pastelera de forma caprichosa el pastel. Sería un exquisita tarta digna de todas las alabanzas.
Y sin embargo a mí el horneado en forma de cupcake me parece una opción de lo más interesante. Es mucho más rápido, pues al ser porciones pequeñas se hornea muy rápido y se enfría muy rápido. El frosting se pone también rápidamente con la manga pastelera y ya tenemos nuestras porciones de tarta lista para servir sin necesidad de trocear, ensuciar ni discutir quién corta el pastel. Son muy prácticos y también pueden ser deliciosos.
Por no hablar del juego que nos pueden dar a la hora de tematizarlos. Jugando simplemente con un poco de colorante rosa, serán perfectos para una fiesta de niñas. Con una pequeña huella de pie de pasta de azúcar, para un nacimiento. Con una tela de araña de fondant, para Halloween. De rojo y blanco, para Navidad. Con un huevo de chocolate, serán cupcakes pascueros. Las posibilidades son infinitas.
No soy partidaria de hacer una masa para magdalena que son más secas y esponjosas, pues están pensadas para mojar en la leche. Creo que hay que escoger un bizcocho que nos guste y darle el mismo tratamiento que si fuésemos a hacer una tarta.
Para hacer estos cupcakes he usado la receta del bundt de coco. Un bizcocho que queda húmedo, jugoso y combina muy bien con el frosting de chocolate blanco.
Tenéis la receta aquí, no os lo perdáis porque es una maravilla.
He adaptado las cantidades para 10 o 12 cupcakes (según el tamaño de la cápsula).
Ingredientes
3 huevos
100 g de azúcar común
50 g de azúcar moreno
120 ml de aceite de girasol
150 g de harina de repostería
15 g de coco rallado
150 ml de leche de coco
1 cucharadita de postre de levadura en polvo (tipo Royal).
Elaboración
Precalentar el horno a 165º.
Batir los huevos con los azúcares hasta que estén muy espumosos.
Añadimos el aceite de girasol y seguimos batiendo.
Incorporar la leche de coco, que tiene que estar líquida. Si es necesario la pondremos al baño maría para que la grasa y el suero estén ligados. No debe estar caliente al incorporarla a la mezcla.
Tamizamos la harina junto con la levadura y añadimos el coco rallado.
Incorporamos la harina a la mezcla anterior, lentamente y con movimientos envolventes sin batir.
Colocamos los papelitos en un molde para magdalenas. Con ayuda de una cuchara o similar llenamos los moldes hasta un tercio de su capacidad.
Horneamos durante 20 minutos a 165º comprobando que esté hecho con un palillo antes de sacarlo del horno. Dejamos enfriar 5 minutos en el molde y luego ponemos a enfriar completamente sobre una rejilla.
Ya tenemos nuestros cakes, ahora vamos a por el frosting, cobertura, cheese cream o como queramos llamarlo.
Frosting de Chocolate Blanco, Lemon curd y Queso crema.
Ingredientes (Para 10 o 12 cupcakes según el tamaño).
50 g de mantequilla
100 g de queso crema
100 g de chocolate blanco
100 g de lemon curd o crema de limón.
El lemon curd puede ser comprado o casero, si os decidís a hacerlo, en Internet encontraréis muchas recetas. Si queréis comprarlo, lo podéis encontrar en grandes supermercados en la sección de mermeladas o internacional con los productos ingleses, lo suelen tomar con los famosos scones a la hora del té.
Elaboración.
Derretimos el chocolate blanco al baño maría o en el microondas. Dejamos enfriar.
Batimos la mantequilla, en pomada, con el queso crema a velocidad media durante unos cinco minutos más o menos. Quizá al principio os parezca que se ha cortado pero seguid batiendo hasta que sea una crema lisa y brillante. Añadimos la crema de limón y seguimos batiendo hasta que esté perfectamente incorporada.
Ahora vamos a añadir el chocolate de la siguiente forma para que quede una crema sin grumos ni trozos de chocolate. El chocolate tiene que estar frío al tacto pero líquido. Añadimos una buena cucharada de la mezcla de queso al chocolate y batimos enérgicamente. Vais a ver que se espesa bastante. Añadimos otra cucharada y batimos. Ahora incorporamos el chocolate que estamos batiendo al resto del queso. Ahora ya no será una mezcla tan dura. Tiene que quedar liso y brillante.
Metemos inmediatamente en una manga pastelera con la boquilla que escojamos, a mi me encantan las de estrella grande (la famosa 1M de Wilton). Meter en el frigorífico durante unos 45 minutos más o menos. La mezcla endurecerá y podremos formar un rosetón perfecto o cualquier decoración pues queda muy firme.
El único inconveniente de este frosting es que tiene que conservarse en frigorífico por el queso. Aunque aguanta fuera un tiempo prudencial.
Montaje del cupcake.
Rellenamos el cake si queremos (No es necesario porque es muy jugoso, pero siempre le da un toque). Una mermelada de fruta, crema de limón o el mismo frosting le irá genial.
Hacemos un agujero con un descorazonador de fruta y reservamos el trocito de bizcocho para luego tapar. Rellenamos con lo que nos guste y tapamos.
Hacemos un rosetón con el frosting. Decoramos con algún detalle de azúcar según el toque que queramos darle. Yo les he puesto unas florecitas, unos huevos de azúcar y unas mariquitas, todo muy primaveral...
Hasta aquí el post de hoy, deseando que paséis una feliz semana y os animéis a probar estos deliciosos cupcakes. Por cierto, a vosotros ¿Os gustan los cupcakes? ¿Son una moda que nada tiene que ver con la repostería seria? ¿Os parece fácil hacer un cupcake fabuloso?...
Os recuerdo que estoy en Facebook para cualquier cosa...