Cierto es que en los mercados puede encontrarse ya elaborado pero os aseguro que si lo preparáis vosotr@s mismos conseguiréis un sabor mucho más casero y sin aditivos ni conservantes.
Así que ya sabéis, a comprar unos cuantos membrillos y un trozo de buen queso fresco para que al comerlo os sintáis en el séptimo cielo!
Ingredientes:
.4 membrillos
.Azúcar (el mismo peso que el membrillo)
.1 cucharadita de esencia de vainilla(opcional)
.Aceite para untar los táperes
Elaboración
Pasar los membrillos por agua para quitarles la pelusa. Despues poner a hervir en abundante agua y dejar cocer entre 45-60 minutos, dependerá de lo grandes que sean.
Cuando estén cocidos dejar enfriar y despues quitarles la piel. Trocearlos y desechar el hueso.
Pesar la carne de membrillo que hayáis sacado y ponerla en una olla grande. Triturar muy bien.
Después añadir la misma cantidad de azúcar que de carne os haya salido de los membrillos. Aquí os indico la misma cantidad de azúcar porque ésta es la forma tradicional de hacer el dulce aunque yo he utilizado algo menos para que no estuviera tan tan dulzón, el resultado me ha parecido igual de delicioso y un poquito más blanda en textura. Os indico las medidas que yo he utilizado: de los 4 membrillos he sacado 1’4 kilos de carne y le he puesto 1 kilo de azúcar.
Mezclar bien la carne con el azúcar y añadirle también la cucharadita de esencia de vainilla. Poner a fuego bajo e ir dando vueltas con una cuchara de madera para que no se pegue. Cocer entre 2 y 3 horas (dependerá de la cantidad). El truco para saber si ya está listo es poner la cuchara de madera en el centro de la cacerola, si se sujeta de pie ya está listo. Importante que remováis con mucha frecuencia para que no se pegue!
Ahora sólo queda untar unos táper con unas gotas de aceite, para que a la hora de desmoldar el dulce de membrillo os resulte más fácil, y verter en ellos la preparación. Esperar a que se enfríe y meter en la nevera. Dejar unas 24 horas antes de comer.