El arte de recibir en casa reside principalmente en una buena organización y esfuerzo.
Comida, bebida, amigos, buena conversación: una comida o una cena es, al final, una combinación sencilla de ingredientes que los anfitriones y los invitados ayudan a que resulte perfecta.Mi cuñada Magda organizó este fin de semana, para sus amigas, una cena en su casa , en honor a su primera nieta Alba, y todo se desarrolló magníficamente. Un ejemplo a seguir de planificación y trabajo.
Recibir en casa no es difícil, pero la diferencia entre el caos y el éxito la marcará la organización, el trabajo y la anticipación.
Dos semanas antes…
La planificación anticipada en última instancia hará que una cena sea mucho más fácil de llevar a cabo. Hacer listas precisas, y darse suficiente tiempo para cada tarea, minimizará el caos y nos ayudará a abordar los inevitables problemas que puedan surgir.Magda creó su lista de invitados y habló con todos para asegurarse de que todo el mundo tenía disponibilidad para acudir a la cena.
También pensó en el menú a servir, teniendo en cuenta qué se podía preparar con anticipación y qué platos iba a encargar ya cocinados.
Pensó en el ambiente y la estética que le gustaría para la noche. Habló con Paula, mi sobrina, e hicieron una lista de lo que se necesitaba para la decoración.
Un día antes …
Pensando en el número de invitados, añadió una mesa auxiliar a continuación de la mesa principal y se aseguró de tener sillas suficientes. De hecho, todos estuvimos muy cómodos y con suficiente espacio en la mesa. También dispuso donde sentarnos para que todos nos encontráramos a gusto con las personas que teníamos a nuestro alrededor.Por otro lado, Magda había elegido un menú “seguro”. Tipo bufet, pero sentados. Todos los platos eras tradicionales y “caseros”, y sabia que iban a gustar, lo que invitó a disfrutar de una buena cena casera, muy variada y muy apetecible, con una conversación relajada.
La casa, como es habitual, estaba impecable. Las mesas muy bien arregladas, con unos detalles preciosos hechos por Paula, la mamá de Alba. Cada uno de nosotros teníamos el nombre en la servilleta.
Los colores y la tipografía de los carteles con los nombres, los adornos, el menú…todo muy cuidado.
Cuando los invitados llegaron …
Magda nos ofreció algo de beber mientras esperábamos a que llegasen el resto de los invitados y a los que llegaban los iba introduciendo al resto.En la mesa…
Dispuso todos los platos de forma que nos fuésemos sirviendo de todo aquello que nos apeteciese. Había mucha variedad de platos y en cantidad mas que suficiente.Luego llegaron los postres…
Y por último una Carrot Cake que preparé yo misma para contribuir de alguna manera a la amable invitación de Magda:Magda creó el clima idóneo para una velada inolvidable. Conquistó a sus invitados desde el mismo momento que llegaron a su casa.
No me canso de repetirlo, la clave para recibir en casa es planificar, hasta el último detalle, y al hacerlo, además de poder relajarte y disfrutar de tus invitados cuando lleguen, ayudará a que ellos también se sientan cómodos y bienvenidos en tu hogar. Desde planificar el menú, hasta satisfacer los gustos de todos, hasta crear un ambiente adecuado, repasar todos los detalles,… todas estas cosas hacen que los invitados se sientan bienvenidos en tu hogar, además de que también es parte de ser una anfitriona amable.
Ser una buena anfitrión es un arte, es un trabajo maravilloso y divertido pero, aunque no sea difícil, requiere mucho esfuerzo. Organizarlo y prepararlo con ilusión es fundamental. Todo es importante, todo cuenta para conseguir que los invitados se encuentren como en su propia casa. ¡Y mucha ilusión es lo que había tras la invitación de Magda!