Hoy te vamos a dar las claves para preparar una riquísima cena en cuestión de minutos y sin apenas tener que hacer nada de esfuerzo. Y es que si te las ingenias, es posible que ni si quiera tengas que encender el fuego de tu cocina. Tan solo tienes que asegurarte de cumplir con esos detalles que se esperan cuando eres invitado a una cena.
Importancia de la decoración
Cuando tienes invitados en casa y quieres dejarles con la boca abierta, es imprescindible que tu mesa esté perfectamente decorada y que no le falte de nada.
Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de tener un bonito mantel, ya que cenar sobre la mesa directamente dejará mucho que desear para tus comensales.
Olvídate de las servilletas de papel y cámbialas por unas de tela (a poder ser, a juego con el mantel).
Si vais a beber vino, es imprescindible que haya copas en la mesa, pero eso no significa que no pongas vasos, ya que también puede ser que prefieran beber agua.
Por último, trata de sacar unos cubiertos que estén en buenas condiciones.
Y si quieres optar al sobresaliente, baja un poco las luces y acompaña tu mesa con unas velas que puedan meteros más en el ambiente y pon algo de música de fondo, nunca falla.
¿Qué puedo cocinar?
Una vez has decorado la mesa como si se tratase de un auténtico restaurante, toca meterse en la cocina. Antes de ello, tendrás que ir al supermercado a comprar los ingredientes que vayas a cocinar.
¿Pero qué ocurre si no tienes ni idea de cocinar?
¡Qué no cunda el pánico!
Lo ideal es que escojas un menú sencillo de preparar pero que esté realmente bueno. Porque para la cocina no siempre hay que hacer menús realmente complicados. Lo importante es que esté buena, que sea saludable y si puede ser, que quede agradable a la vista. Lo ideal es que hagas algún plato que no resulte demasiado complicado, como unos espaguetis o una carne que baste con pasarla por la plancha. Puedes buscar en nuestra web, diferentes consejos que te permitirán tener tu cena lista en cuestión de minutos.
Después, si ves que te ha quedado poca comida y que tu invitado se va a quedar con hambre, puedes acompañar el menú con una elaborada ensalada, unos platos con entremeses, una rueda de patés o cualquier aperitivo que sepas que pueda gustar a tus invitados. En estos casos, los productos gourmet y las delicatesen suelen ser una opción más que sobresaliente.
Por último, si quieres cumplir a la perfección en todos los aspectos, no dejes nada a la improvisación y carga tu nevera con bebidas de todo tipo: agua, refrescos, vino, cerveza, champagne? todo lo necesario para que tus invitados no puedan criticar nada en cuanto salgan por la puerta.
El postre
Todo parece que está saliendo a pedir de boca, ha gustado la comida y los aperitivos, no ha faltado bebida en ningún momento y de momento la velada está siendo más que agradable. Tan solo te falta una última cosa, el postre. Y es que el postre es la culminación a toda comida o cena.
Aquí las opciones son muy amplias, ya que dependiendo del menú que hayas preparado y de los gustos de cada uno, te puedes decantar por un postre u otro. Puedes preparar un bonito plato con fruta de temporada, atreverte con algo más complicado, o directamente no complicarte la vida y crear tu propio postre con un poco de helado. Ya notas como te va entrando el hambre, ¿verdad?
Recetas relacionadas:
20 chefs de madrid cocinarán por Haití en una cena solidaria