Tenía carne picada en el congelador y quería darle salida, así que decidí preparar unas empanadillas de carne. Y salieron muy ricas
Las hice fritas, pero también se pueden hacer al horno si te gustan más. Si te gustan las empanadillas, puedes probar mis empanadillas de bacalao.
Ingredientes (para 4 personas):
Berenjena: una.
Carne picada: 300 gramos.
Queso de rulo de cabra: uno.
Mantequilla: 50 gramos.
Harina de trigo: 170 gramos.
Leche entera: 600 gramos.
Sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Obleas de empanadilla: 16
Elaboración de las empanadillas de carne y berenjena:
Lava la berenjena, sécala y retira el tallo. Pícala en trozos pequeños. Si quieres que suelte el amargor, ponla en un escurridor con sal por encima para que sude. De esta manera, estará menos amarga. Yo no lo hago nunca, porque no me molesta ese amargor.En una sartén grande, o en una cacerola que no sea muy alta, calienta un poco de aceite de oliva y deja que la berenjena se sofría a fuego lento. Cuando esté tierna, añade la carne picada y sala todo. Rehoga la carne hasta que cambie de color. Si es necesario, añade un poco más de aceite.
Añade la mantequilla para que se derrita a fuego lento. Cuando esté derretida, añade la harina a cucharadas y rehógala. Mientras rehogas la harina, pon la leche a calentar en otro cazo.
Rehoga la harina hasta que esté dorada, pero ten cuidado de que no se queme. Una vez que esté bien rehogada, añade la leche caliente poco a poco. Mezclando bien con las varillas para que no salgan grumos. Cuando hayas echado toda la leche, corrige el punto de sal.
Corta el queso de cabra y añádelo a la cacerola. Baja el fuego y remueve la bechamel constantemente mientras se esté cocinando. En unos 5 minutos estará hecha.
Cuando el relleno esté frío, coloca una cucharadita (aproximadamente) en la mitad de la oblea y ciérrala, sellando los bordes para que no se abra durante la fritura. Puedes poner más relleno siempre que te asegures de que puedes cerrarlas bien después.
Cuando las empanadillas estén rellenas, calienta abundante aceite de oliva en un cazo y vete friéndolas hasta que estén doradas. A medida que las saques de la sartén, deja que escurran el exceso de aceite colocándolas en un colador grande.