2 berenjenas cortadas en rodajas de unos 3 cm
2 cucharadas de mantequilla derretida
2 cucharadas de AOVE
1/2 cucharadita de pimentón
1 diente de ajo triturado
sal
Para la salsa:
3 cucharadas de tahini
1 cucharada de vinagre balsámico
1/2 cucharada de sirope
1/4 cucharadita de sal
2 dientes de ajo triturados
2 cucharadas de agua
Para el crumble:
2 cucharadas de tomates secos picados
2 cucharadas de pistachos picados
3 cucharadas de albahaca fresca picada
1/2 cucharada de alcaparras picadas
1/2 cucharadita de ralladura de limón
Elaboración:
Calentamos el horno a 190º. Ponemos un papel de horno en la bandeja y preparamos la mezcla con la que pincelaremos las berenjenas.
Derretimos la mantequilla y la mezclamos en un bol junto con el aceite, el pimentón y el ajo. Batimos bien para que todos los ingredientes queden integrados.
Colocamos los discos de berenjena en la bandeja procurando que no queden montados y pincelamos con esta mezcla por las dos caras y espolvoreamos con sal.
Metemos al horno unos 30 o 35 minutos dándoles la vuelta a media cocción. Las berenjenas tienen que quedar tiernas.
Ahora mientras se hacen las berenjenas en el horno preparamos la salsa y el crumble.
Picamos la albahaca en una tabla, después añadimos los pistachos y continuamos picando, añadimos los tomates secos, las alcaparras y la ralladura de limón picando cada vez que añadimos un ingrediente, Así tendremos nuestro crumble
Ahora la salsa. En otro bol añadimos el tahini, el vinagre, el sirope, la sal, el ajo y el agua. Batimos bien hasta que quede bien sedoso.
Emplatamos. Sacamos las berenjenas del horno y las colocamos en una fuente, añadimos un poco de crumble y un poco de salsa y dejamos el resto para quien quiera ponerse más.