¡Qué ricas son las ensaladas! Su colorido, sabor y saber que estamos comiendo algo muy sano nos reconcilia con la comida.
Tenía unas frambuesas recién cogidas de la mata en mi pueblo (bueno, el de mis padres, aunque lo considero mío) La granja de San Ildefonso en Segovia, España. Algunos vecinos con huerta llaman al timbre en tu casa y te ofrecen los deliciosos frutos rojos. Eso si que es "producto kilómetro cero".
Los arándanos son deshidratados y los he mezclado con pistachos picados y dos tipos de sésamo: garrapiñado o tostado con azúcar y negro.
Para aliñarlo he recurrido a una vinagreta con un vinagre especial a la fruta de la pasión que compré en París de la marca Chef Attitude (pincha aquí).
Como siempre, os doy ideas que podéis adaptar a los productos que tenéis en casa. Podéis sustituir cualquier ingrediente por otro similar que tengáis en vuestra despensa.
Para 2-3 personas:
1 bolsa de brotes de lechuga y espinacas
1 bola de mozzarella (como de unos 150-200 g)
1 puñado de frambuesas
1 cucharada de arándanos deshidratados
1 cucharada de pistachos pelados y machacados
sésamo garrapiñado
sésamo negro
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre a la fruta de la pasión
salSe lava y seca la lechuga y se dispone como lecho en un plato.
Se coloca en el centro la bola de mozzarella escurrida y seca. Se añaden las frambuesas, los arándanos y los frutos secos.
Se prepara la vinagreta mezclando en un bol el aceite, el vinagre y la sal y batiendo bien. Se salsea en el momento de servir.