Ya ha pasado la víspera de San Juan y el solsticio de verano. Y este año por primera vez he vivido esa noche en una ciudad distinta a la mía, en Málaga, aunque eran las mismas aguas del Mediterráneo en las que me zambullí a las 12 de la noche... Rodeado de fuego, agua, magia y amigos, esa noche me zambullí en el mar con el corazón bien abierto y con buenos deseos.
Y es que en verano todo cambia, el sol, el agua, el olor a pino, a jazmín... y nos apetece comer más ligerito, platos llenos de color y sabor, refrescantes, como esta ensalada tropical de naranja, aguacate y surimi. Tenéis que tener cuidado con el surimi (palitos de cangrejo) porque muchas veces lleva lactosa. Mirad bien la etiqueta.
Bien fresquita, esta ensalada es genial para el verano. Además es muy nutritiva, porque aunque pensemos que el aguacate es una fruta muy calórica, también es cierto que esa grasa es monoinsaturada, rica en Omega9. Es decir, es una grasa vegetal comparable a la del aceite de oliva, que nos ayuda a reducir el colesterol malo LDL y aumentan los niveles de colesterol bueno HDL. El aguacate además es muy rico en vitaminas, sobretodo en vitamina E, que se caracteriza por su alto poder antioxidante, lo cual retrasa el envejecimiento celular. Muy rico en fibra y con propiedades beneficiosas para nuestra piel y cabello.
En esta videoreceta os doy dos opciones para aliñar la ensalada. Si queréis una opción más ligerita, os recomiendo una vinagreta con aceite de oliva virgen extra, vinagre balsámico o de jerez, y una cucharadita de miel. También podéis añadir frutos secos machacados. La otra opción es acompañarla de salsa rosa (sin lactosa), que aunque sea más calórica, lo cierto es que le va muchísimo mejor a esta ensalada, porque combina a la perfección con la naranja, el aguacate, la lechuga y el surimi.
Espero que la disfrutéis y que disfrutéis aún más del veranito, estéis donde estéis, tengáis playita o no. ¡Sed felices! #happysinlactosa