He llegado a la conclusión de que aunque su origen es remoto también es incierto.
La ensalada rusa proviene del gran cocinero francés Escoffier, en su libro: Cocina Clásica, escribió su receta indicando “que se prepara en Rusia” , habría que retrotraerse a la época de la Belle Epoque en Francia y a los aristócratas rusos que la frecuentaban.
No obstante, no es la única historia que he podido encontrar, de hecho, los italianos indican que en la corta saboyana a finales del siglo XIX, un cocinero, con motivo de una visita de la delegación política rusa, preparó con verduras cocidas una ensalada y la aderezó con una salsa similar a la mayonesa.
Curiosamente, tengo entendido, que en Rusia se llegó a conocer como “ensalada italiana”.
Durante una época, en nuestro pais se la denominó ensalada Imperial o Castellana, su nombre original se prohibió terminantemente.
Rica, sabrosa, nutritiva, fresca, clásica… este plato tiene todos los ingredientes para ser considerado uno de los aperitivos más consumidos en nuestro pais, aunque la básica está compuesta por patata cocida, atún se puede agregar y mezclar con los ingredientes que se deseen, existiendo diferentes formas de preparación, “cada maestrito, tiene su librito”, pero eso sí, siempre “embadurnada” con una buena mayonesa casera, hecha con un buen aceite de oliva virgen extra.
Un dato curioso: La mejor ensaladilla rusa de España, se elabora el restaurante Frutos de Torremolinos (Málaga) según se ha decidido en la XVII edición del Congreso Nacional de la Cocina de Autor de Vitoria, celebrado hace pocas semanas, que ha contado con figuras como Martín Berasategui, Joan Roca, Quique Dacosta o el cocinero número uno del mundo, el danés René Redzepi.
Aunque una de las mejores que se podía disfrutar en Málaga, ya me lo recordaba mi amiga Paloma, era la de Samoa en la calle Compás de la Victoria, lugar de encuentro y desayuno de todos mis compañeros de trabajo; donde hace ya más de 30 años, su propietario Miguel, siempre fumando un enorme puro, preparaba los canapés que servian por encargo y como aperitivos. Siempre pensábamos que uno de los secretos de los aperitivos era la ceniza del puro.
El más famoso y los más ricos, los llamados “andresitos”, les puso ese nombre ya que los pedía un señor que se llamaba Andrés que siempre pedía pan fino de molde con jamón cocido mayonesa y un trozo de espárrago blanco, realmente exquisito y ya famoso canapé de origen malagueño, de Samoa.
Hoy en día aún existe, con diferentes dueños y de nombre Isamoa, pero con la escuela de Miguel, donde siguen preparando los canapés de siempre: andresitos, cubanitos de atún, rollitos de huevo hilado, tartaletas de bechamel, lomos al ron y sus famosisimas y ricas ensaladillas rusas.
¿cómo la he preparado en ésta ocasión?
En una cacerola poner a hervir cuatro o cinco patatas y una zanahoria cortada en cuadraditos. Salar al gusto.
Cuando estén casi listas, agregar un puñadito de chicharos (guisantes), gambas peladas (o langostinos), dejar cocer unos minutos y escurrir.
Cocer dos huevos en un recipiente independiente y reservar.
En un bol poner maiz, palitos de cangrejo (surimi) cortados en trozos pequeños, aceitunas rellenas de anchoas picaditas, una o dos latas (escurridas de aceite) de atún, un huevo cocido picado y las patatas, zanahorias, guisantes y gambas cocidas.
Agregar mayonesa (para prepararla: en el vaso de la minipimer poner un huevo, una pizca de sal y aceite de oliva virgen) y mezclar bien con todos los ingredientes.
Para presentar, rallar un huevo por encima.
La he presentado tal cual la presentaban en Isamoa, pero me permitirán algunos consejos: pimiento morrón, aceitunas negras, huevo hilado, brotes tiernos alrededor..... sigamos imaginando......
Disfruten de un buen fin de semana.
Paloma, ésta receta te la dedico en honor a nuestra amistad de tantísimos años. Con todo mi aprecio a tu familia.