Fideos con mejillones en escabeche. Fideua con mejillones
Como ya he dicho en alguna ocasión, ya me podrán poner a todo el "firmamento Michelín" delante que para mi, como cocina una madre no cocina nadie. Y el otro día me acordé de la receta de Fideos fideuá con mejillones en escabeche de mi madre porque es una receta muy sencilla, rápida y que está buenísima, y la llamé para que me concretara bien los ingredientes, sobretodo los "secretos" ;-), porque ella siempre le da un toque especial a todo.
Que sepáis que publicar una receta de Ana María no es tarea fácil, que le tengo que pedir permiso, así que con todo el cariño y sabiendo que os encantarán os dejo estos fideos que os sacarán de más de un apuro porque son rápidos de hacer, llevan pocos ingredientes y es una comida muy completa.
Como dato nutricional os diré que los mejillones son un auténtico tesoro del mar. Destacan por su alto aporte de proteínas de buena calidad. Son muy bajos en grasa pero ricos en Omega-3 (bueno para el sistema circulatorio, sistema inmunológico y es un antidepresivo natural). Aportan más hierro que muchas de las carnes, por lo que es un potente antianémico. Es rico en Yodo, que regula nuestro metabolismo. Y además de otros muchos beneficios, los mejillones contienen una sustancia, los mucopolisacáridos, que preservan la juventud, pues mantienen nuestra piel suave y elástica. Además, interviene en la formación de los huesos, cartílagos, tendones y córnea, manteniéndolos sanos y fuertes.
INGREDIENTES (3 raciones):
-300gr de fideos fideuá (100gr por persona)
-1 ó 2 latas de mejillones en escabeche
-1/2 pimiento rojo
-1/2 pimiento verde
-1 cebolla mediana
-Pimentón dulce
-Colorante alimentario
-Hoja pequeña de laurel (opcional)
-Un chorrito de vino (opcional)
-Aceite de oliva
-Sal
1. Para empezar ponemos en una olla agua hasta que hierva. Mi madre no cuece la pasta sin más, siempre le añade algo al agua para darle sabor y en este caso le añadiremos un chorrito de vino (opcional), un trocito de hoja de laurel (opcional) y sal. Echamos en el agua los fideos hasta que estén al dente (hay que evitar que se queden demasiado blandos). Cuando estén listos se ponen a escurrir en un colador y se reservan.
2. Mientras se cuecen los fideos, Cortamos la cebolla en trocitos pequeños y se pone a rehogar en un perol con un buen chorro de aceite de oliva. Añade una pizca de sal.
3. Limpiamos y cortamos la mitad del pimiento rojo y la mitad del verde y los añadimos a la sartén. Rehogamos durante unos minutos hasta que las verduras estén blanditas. Mi madre me ha recomendado que le quite la piel al pimiento rojo. Es cierto que a veces al cocinarlo la suelta y no queda muy bien.
4. A continuación retiramos el perol del fuego y añadimos media cucharada de pimentón. Removemos bien.
5. Después espolvoreamos un poco de colorante ("azafrán") y volvemos a remover.
6. Ahora añadimos los fideos y mezclamos bien todos los ingredientes . Volvemos a poner el perol en el fuego (medio) e incorporamos los mejillones en escabeche junto con su caldo. Es conveniente, antes de echar los mejillones, revisarlos y quitarles la fibras (o "estropajitos" como dice mi madre, :-D) que sobresalgan. Así tendrán mejor presencia. Añade sal si fuera necesario, tapa el perol y déjalos reposar para que se asienten los sabores.
Y no se necesitan más pasos para tener un plato delicioso.
MÁS COSILLAS:
-Esta receta aguanta muy bien de un día para otro, por lo que es ideal para llevar en táper al trabajo o dejar la comida lista si al día siguiente tienes otros planes.
-Nosotros nos solemos añadirlo, pero se puede servir acompañado de una cucharada de alioli que a este tipo de recetas le va muy bien.
-Aquí os dejo otra receta que hace mi madre, con todos sus secretos, y que es para chuparse los dedos: carne en salsa.
¿SABÍAS QUE...?
Existe la "seda de mar". La seda de mar es un tejido que se realiza con las fibras que segregan los moluscos, en especial las del pinna nobilis, un molusco endémico del mar mediterráneo, para adherirse a las rocas. Se trata de un tejido fino, ligero, cálido y extremadamente resistente. Tratadas con limón adquieren un color dorado. Estas fibras se conoce desde la antiguedad y fueron usadas por los más adinerados en Egipto, Grecia, Arabia y China. En 2006 los científicos descubrieron que están cubiertas de una proteína con iones metálicos y son ricas en un aminoácido que es un fuerte adhesivo que le aportan su resistencia y flexibilidad.
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