Comer unos simples huevos fritos con patatas y puré puede resultar aburrido, además el puré de patatas con patatas no pega ni con pegamento, en patatas se queda
Por ello en esta ocasión os presento un puré de patatas muy diferente y con forma de flor, que imagino será una sorpresa en cualquier mesa y además con un exquisito contraste de sabores y colores.
Ingredientes (2 personas):
4 huevos
2 patatas medianas
1 preparado de puré
500 ml de leche
6 ajos
1 cebolla
1 pimiento
2 cucharadas soperas de semillas de girasol
150 g de habas baby congeladas
1 vaso de vino blanco
1 cucharada sopera de mantequilla
1 pastilla de concentrado de carne
Colorante alimentario rojo (o del color que gustéis)
Aceite de oliva
Preparación:
La preparación de este puré es un poco complicada y laboriosa, pero os aseguro que merece la pena, además os sobrara bastante para realizar otra receta otro día.
Comenzamos por colocar una cucharada sopera de mantequilla (o margarina) en una sartén a fuego medio.
Añadimos a la mantequilla, las semillas de girasol (pipas peladas), y doramos.
Mientras se doran las semillas de girasol cortamos en juliana la cebolla y el pimiento.
Pelamos y fileteamos los ajos.
Cuando las semillas de girasol estén doradas, añadimos un generoso chorro de aceite de oliva, la cebolla, el pimiento y los ajos y dejamos confitar hasta que las verduras estén tiernas.
Añadimos el vaso de vino y la pastilla de concentrado de carne, dejando que se evapore el alcohol del vino.
Añadimos las habas sin descongelar, les damos unas vueltas y tapamos la sartén, bajando el fuego al mínimo, dejando las habas cocerse hasta que nos queden tiernas.
Mientras preparamos el puré según las instrucciones del fabricante, sustituyendo el agua por leche y colocando el colorante.
Generalmente volcamos el contenido del sobre en ½ litro de leche a temperatura ambiente y dejamos cocer a fuego bajo, moviendo hasta que entre en ebullición.
Cuando esté listo y las habas tiernas, unimos el contenido de la sartén al puré de leche coloreado y mezclamos bien.
Solo nos resta freír unas patatas, los huevos y montar el plato, colocando el puré en el plato con la ayuda de un molde para que nos quede bonito.
Servir caliente y a disfrutar con la cara de vuestros comensales y mojando sopitas en las yemas.