Esta semana cambiamos la decoración por una receta dulce. Las gachas es un postre muy fácil de preparar que podemos acompañar con muchos ingredientes.
Siempre me ha llamado mucho la curiosidad sobre a qué sabe este plato típico de algunas regiones de España y que aunque ahora no es muy consumido, en otra época sí lo fue.
Siempre he sido muy devoradora de libros y aunque he de confesar que ahora apenas leo, intento buscar ratos para seguir haciéndolo.
Entre mis lecturas favoritas se encuentra la novela histórica y la épica fantástica. Si hay un plato que sale de forma habitual en este tipo de libros, ese, son las gachas. ¿Quién no se ha imaginado alguna vez a la Comunidad del anillo haciendo noche alrededor de la hoguera junto sus espadas y un plato de gachas en las manos?
Las gachas es una preparación de origen humilde. Su base, los granos de avena cocidos con agua o leche.
La receta que os traigo hoy es un plato muchos más elaborado y rico en ingredientes. Una interpretación que me he sacado de la manga y que he querido elaborar en su versión más dulce.
Ahora viene contaros mi descubrimiento. Si os fijáis en las fotos podéis ver la canela que he usado para el postre. Con una apariencia diferente a la habitual.
Suelo comprarla en una frutería cuyos dueños son de origen árabe y tienen un montón de frutos secos y especias. He de deciros que la diferencia es enorme. Su aroma y sabor son increíbles comparados con lo que suele haber en los supermercados habituales.
INGREDIENTES
1 L de leche
6 cucharadas de harina
4 cucharadas de aceite
6 cucharadas de azúcar
una pizca de sal
un chorrito de Cointreau
cáscara de limón
cáscara de naranja
rama de canela
50 gr de nueces
50 gr de almendra
ELABORACIÓN
La preparación es muy sencilla. La idea es hacer como una especie de bechamel dulce. Para ello ponemos por un lado a infusionar la leche con la canela y la cáscara de naranja y de limón. Una vez que la leche hierva lo dejamos unos 13 minutos, no es necesario que cueza.
Tostamos la harina a fuego bajo para que no se queme. Echamos el aceite y removemos. Hacemos lo mismo con el licor. En este punto tendremos una masa grumosa.
Ponemos la leche poco a poco y sin parar de remover para que quede bien integrada. Seguimos removiendo unos 15 minutos.
Por último incorporamos las nueces y las almendras.
FOTOGRAFIA Y ESTILISMO TCV