"A los españoles les gusta mucho la FIESTA". Es el mejor ejemplo de unos crían la fama y otros cardan la lana que existe. O eso, o los guiris se sienten intimidados por nuestra fama fiestera, y cuando tienen un español cerca tienen que darlo todo para demostrar que ellos también tienen una grasia-rosiera-que-no-se pue-aguantá. Y tengo un ejemplo vivido en primera persona.
Este mes el reto ¡Qué Rico Mami! trae una propuesta súper divertida y didáctica de la mano de Mara del blog Mas dulce que salado: vamos a preparar dulces típicos navideños de otros países
De mis aventuras en tierras galas (os conté la primera AQUÍ) tengo un recuerdo imborrable de la que os voy a contar. En seguida entenderéis por qué no he podido olvidarla.
Unas Navidades de las que pasé cuando vivía en Francia nos juntamos para cenar en casa unos cuantos amigos. Éramos 3 chicos y 3 chicas. Yo les explicaba la tradición española de los Reyes Magos y de que, en esa fecha, aquí es típico comer el ROSCÓN DE REYES. Les conté lo de la figurita y lo de que el que la encuentra paga el roscón? Esa noche teníamos de postre Galette des Rois, el dulce típico de Francia en Reyes, que no se parece al Roscón en nada salvo en el detalle de la sorpresa oculta.
Pues bien, aquí es donde el espíritu guiri se siente amenazado por la legendaria fama fiestera española, y los 5 franceses deciden que en la Galette que estábamos a punto de comernos, el que encontrara la sorpresa no iba a pagar el roscón sino que iba a dar una vuelta corriendo al aparcamiento EN PELOTAS (se admitían zapatos). No debieron de reparar en la palidez de mi careto porque estaban encantados jaleándose por la idea tan divertida y marchosa que habían tenido y supongo que porque pensaban que yo, como buena española, estaría curada de espanto.
No sé en qué momento se produce en la mente de un guiri la transición desde"los españoles saben disfrutar de un buen tapeo y unas cañas con amigos, tienen buen tiempo y las copas son baratas" hasta
"los españoles se despelotan a la mínima y se tiran borrachos por los balcones"
El caso es que esa asociación está ahí.
En ese momento no me sentí con fuerzas para defraudarles y me reí con risa de hiena mientras pensaba "no pasa nada, siempre puede no tocarme, y si me toca hago que me desmayo". Así que empezó el reparto de porciones de galette que yo viví como una ruleta rusa. Por suerte, no tuve ni que morder mi trozo para respirar aliviada. Le había tocado a uno de los chicos, eufórico ya ante la perspectiva de demostrar cómo se lo pasan de bien los franceses cuando se empeñan.
No sé si fue por solidaridad o porque lo del salero francés repentino fue algo generalizado, pero los otros dos chicos de la reunión también se apuntaron al despelote-reto.
Así que allá que bajamos al aparcamiento los 6 (todos vestidos de momento). Era de noche y hacía 7 grados bajo cero. Los chicos se metieron detrás de un árbol y, pasados 5 minutos, y al grito de A vos marques, prêts, partez! pasaron por delante de nosotras como relámpagos y nos dejaron la visión de tres culos blancos perdiéndose a toda velocidad en la oscuridad de un aparcamiento de noche. Estoy segura de que pulverizaron alguna plusmarca mundial, lástima de cronómetro. Se acostaron esa noche tan contentos con la sensación de haber estado a la altura de cualquier fiestero profesional español?
Así que aquí os dejo la receta de la Galette des Rois. Es una tartita riquísima y muy fácil de preparar. Hojaldre relleno de frangipane, una cremita de almendra muy rica. Esta es la versión más clásica, pero puede hacerse de variedades más "modernas". Lo he visto hasta de frambuesas con pistacho. La podéis hacer redonda grande o individual. Ah, y no es preciso desnudarse si se encuentra la sorpresa, con unos aplausos bastará.
Ingredientes
2 huevos
100 grs de azúcar
100 grs de almendra molida
100 grs de mantequilla a temperatura ambiente
Dos planchas de hojaldre
1 yema batida + una cucharadita de agua para pintar
1 sorpresa
Preparación
Batimos la mantequilla con el azúcar con una batidora de varillas hasta que la mezcla blanquee y esté esponjosita.
Añadimos los huevos uno a uno hasta hasta que se integren bien.
Añadimos la almendra molida y la integramos bien también. Ya está la frangipane.
Usamos una de las planchas de hojaldre como base de la galette. Si la tenemos redonda y la vamos a hacer grande, no hay que hacer nada. Si es rectangular la cortamos redonda, y si queremos hacer galettes individuales utilizamos algo con forma redonda del tamaño que queramos para marcar los círculos y recortamos tantos como galettes queramos.
Hacemos lo propio con la segunda plancha de hojaldre.
Pintamos los bordes con un poco de yema de huevo batida mezclada con una cucharadita de agua, pero someramente, no embadurnar mucho porque si se humedece mucho el hojaldre luego no sube bien.
Colocamos un par de cucharadas hermosas de la frangipane en el centro de los círculos que hacen de base.
Colocamos la sorpresa cerca del borde para que al cortar las porciones no moleste demasiado y cubrimos con los círculos que harán de tapa.
Sellamos con un tenedor o presionando con los dedos. Hay que asegurar que se pegan bien los bordes pero sin apretujar demasiado, para que el hojaldre no sufra, que es delicado y si no, no sube.
Pintamos con una capa fina de yema de huevo batido y metemos en la nevera una media hora.
Sacamos, pintamos de nuevo con otra capa de yema de huevo batido y hacemos los dibujos con un cuchillo intentando no cortar el hojaldre. Yo lo hice con un cuchillo de hoja muy fina, pero usando la parte roma.
Hacemos un corte que sí corte el hojaldre, pero uno pequeñito, a modo de chimenea para que escape el vapor. Yo lo practiqué en una de las rayas del dibujo para que quedara disimulado.
Horneamos unos 25 min o hasta que veamos que está dorado y brillante.
- Cosas a tener en cuenta: con las cantidades que os doy yo hice 4 galettes como las que veis y me sobró frangipane para repetir (no tenía más hojaldre)
- Para conseguir el doradito brillante y que el dibujo quede definido es importante pintar muy suavemente con la yema batida, meter al frigorífico y dar una segunda capa de yema batida antes de hacer el dibujito.
- Calentito está muy bueno.
Queridos guiris, no cambiés nunca