Podemos poner todos los caramelos del mismo color pero, ya que nos ponemos, hagamos la cosa completa y utilicemos caramelos de distintos colores. Verás que la bandeja queda sensacional.
Son unas galletas perfectas también para iniciar a los niños en la repostería. Se divertirán colocando los caramelos y viendo cómo evolucionan y se convierten en ventanas de colores.
Ingredientes:
Caramelos pequeños de colores,
180 gr. de harina,
60 gr. de azúcar glas,
120 gr. de mantequilla,
ralladura de 1/2 naranja,
1 huevo.
Lo primero que debemos hacer es encender el horno a 180 º C para que vaya tomando temperatura y sacar la mantequilla de la nevera para que se vaya ablandado.
En un bol ponemos todos los ingredientes. La harina pasada por un tamiz, el azúcar glas, la ralladura de media naranja, la mantequilla ablandada y del huevo solo la yema. Metemos la mano y comenzamos a amasar, primero con los dedos para integrar la mantequilla y la yema de huevo y finalmente con toda la mano. Debemos obtener una masa uniforme y compacta como la que veis en la foto.
Extendemos la masa, ayudándonos con un rodillo, entre dos hojas de papel de hornear, hasta que tenga una altura de un centímetro, o centímetro y medio, y comenzamos con el corte de las galletas. Yo he utilizado dos moldes circulares pero puedes utilizar los moldes de galletas que tengas o que más te gusten. Lo único que debes tener en cuenta es que el caramelo que luego colocaremos en el espacio central de la galleta debe quedar holgado, como veis en nuestra fotografía número 3, nunca apretado a las paredes de masa.
Colocamos un papel de hornear en la bandeja del horno y sobre el vamos poniendo nuestras galletas y colocando un caramelo en el interior de cada una.
Introducimos la bandeja en el horno y cuando veamos que la masa empieza a tomar color las sacamos, el proceso durará de 10 a 15 minutos dependiendo del grosor de las galletas y del horno.
Cuando las saquemos observaremos que el caramelo se ha derretido y ocupa la totalidad del espacio interior de la galleta. Debemos esperar a que se enfríen para retirarlas de la bandeja.
Estas galletas son perfectas para tomar con un café con leche o un té a la hora de la merienda y agradan a los mayores pero, sobre todo, a los niños.