Un plato irresistible de la cocina española. Conocido como "gambas al ajillo", este manjar se suele servir como ración en los bares y forma parte de la cultura de los bares de España, siendo tan popular que existen lugares en Madrid que lo sirven como plato principal.
Ingredientes para 2 personas:
400 g. de gambas (langostinos) peladas y limpias + 4 dientes de ajo pelados y picados + aceite de oliva c/n + sal.
Tradicionalmente esta receta se prepara en cazuela de barro, pero podemos utilizar una buena sartén antiadherente.
Comenzamos picando finamente el ajo. Reservamos. Por otro lado lavamos y limpiamos bien los langostinos.
Cuando cocinamos langostinos enteros y necesitamos pelarlos lo primero que hacemos es quitar la cabeza. A continuación retiramos patas y por último el caparazón. Quitar la cola es optativo, en este caso también lo hicimos. Luego debemos deshacernos de los conductos intestinales, que tienen mal aspecto y sabor amargo. Se trata de esta línea que recorre todo el "lomo".
Para quitarlos utilizamos un palillo de madera o cualquier palillo con punta y "pinchamos" el langostino. La mayoría de las veces podemos extraer el conducto entero, con delicadeza. En otros casos es necesario quitar sección por sección, hasta la cola.
Así es como deben verse los langostinos limpios y lavados.
Procedemos a secarlos bien y ya podemos poner el aceite a calentarse (a fuego medio). A los pocos minutos ya añadimos el ajo y dejamos que infusione bien, sin quemar. Este es un paso fundamental de la receta.
Cuando el ajo está aun blanco añadimos los langostinos (bien secos) y freímos durante unos 5 minutos o hasta que veamos que su color se intensifica (si están crudos pasan de gris a rosado intenso) y su forma se encorva. Noten cómo se tiñe el aceite sólo por el contacto con las gambas. No olviden salar.
¡Listo! Ya podemos servir nuestras gambas sobre algunas rodajas de papa hervida. ¡Buen provecho, tíos!