¿Os animáis a elaborar un plato de legumbres facilón y nada pesado?
Ingredientes para 4 personas
400 g de garbanzos
2 zanahorias
1 cebolla pequeña
2 tomates maduros (opcional)
Una patata mediana harinosa
1/2 calabacín)
1 cabeza de ajos
Aceite de oliva
2 hojas de laurel
Perejil fresco
2 huevos duros
Sal
La noche anterior poner los garbanzos a remojar con agua mineral del tiempo.
Al día siguiente, escurrir el agua del remojo y hervir los garbanzos cubiertos de agua mineral caliente (debe sobrepasar en dos dedos a los garbanzos).
Añadir la cabeza de ajos, y las dos hojas de laurel.
Al principio de la cocción notaréis como va saliendo una espuma blanca que debéis retirar con la ayuda de una espumadera.
Condimentar con sal al final de la cocción para que los garbanzos no se endurezcan.
Si durante el proceso de cocción necesitáis añadir agua, ésta debe estar hirviendo. El garbanzo es la única legumbre que se pone a hervir cuando el agua ya está caliente
Mientras tanto hacer el sofrito.
Lavar y cortar a trozos pequeños las hortalizas y la patata. Reservar la patata.
Con las hortalizas hacer un sofrito en aceite de oliva. Condimentar con sal y perejil picado.
Si deseáis añadir tomate al guiso, pelar antes de su utilización. Cortar a trozos regulares y sofreír junto con las demás hortalizas.
Echar el sofrito y la patata a la olla de los garbanzos cuando estos se hayen a media cocción. Hervir a fuego lento hasta que la legumbre, y las hortalizas estén tiernas.
Retirar la cabeza de ajos y el laurel del interior de la olla.
Quitar la piel a los ajos. Deshacer la pulpa en un poco del caldo de cocer los garbanzos y añadir al guiso. Hacer un pequeño vaivén a la olla para que se mezcle todo con el caldo de la cocción.
Cocer los huevos duros durante 10 minutos contando desde el momento en que el agua empiece a hervir.
Servir el plato bien caliente, adornado con medio huevo duro por persona.