Aunque el sabor de la remolacha no está entre mis favoritos, como la mujer tenía perdida una remolacha cocida en el frigorífico, opte por consumirla realizando un colorido gazpacho.
Ingredientes (4 personas):
1 1/2 remolacha cocida
2 tomates grandes
1 pepino pequeño
1 huevo duro
2 dientes de ajo
Aceite
Sal
Vinagre
Preparación:
En un recipiente, grande, para que nos quepan, sobradamente, los ingredientes, para que la batidora no nos salpique mucho, colocaremos todos los ingredientes de nuestro gazpacho.
Cortamos a cuadraditos la remolacha y limpiamos todo (parece mentira que manche tanto).
Pelamos y troceamos el pepino, lo introducimos en el recipiente.
Pelamos y lavamos el huevo cocido, troceándolo y juntándolo con el resto de los ingredientes.
Lavamos y troceamos el tomate, añadiéndolo al resto de los ingredientes.
Pelamos los dientes de ajo, los fileteamos y los añadimos a los demás ingredientes.
Añadimos la sal, el aceite el vinagre y trituramos todo muy bien.
Probar y rectificar punto de sal, aceite y vinagre.
Si os queda muy espeso podéis añadirle agua para que adquiera la textura deseada, yo prefiero comerlo sin añadirle agua, mojando sopitas, pero este no sé si mojare sopitas o lo comeré a cucharadas, ya se verá cuando lo cate fresco.
La verdad es que los gazpachos que venden en los supermercados (los que yo he probado), son para mi gusto muy líquidos, además de generalmente tener demasiado sabor a vinagre, eso solo se puede beber.
Lo reserváis en el frigorífico y servís bien frío.
Consejo, a la hora de servir podéis ponerles unos cubitos para mantener su frescura (yo a no ser que sea un día de mucho calor, no pongo cubitos, cuanto más espesito mejor).