Ya estoy de vuelta después de unas increíbles vacaciones. Estuvimos dos semanas y media recorriendo el norte de España, específicamente Asturias y Galicia, y terminamos nuestro viaje en la hermosa ciudad de Oporto en Portugal. Para los que me siguen en Instagram se habrán dado cuenta de que el viaje giró en torno a la comida, y es que en esa zona TODO gira en torno a la comida, por lo que yo estuve en mi salsa.
Probamos tantos platos y sabores nuevos que aún estoy organizando la información y todas las fotos del viaje. Poco a poco iré subiendo post gastro-viajeros donde les contaré todos los detalles :). Y de a poco estoy volviendo a la rutina, planificando los meses que vienen y continuando con varios proyectos que me tienen muy ilusionada (ya les iré contando más al respecto).
La receta que les traigo hoy es de un plato que probamos el año pasado en nuestro viaje por Lisboa, Portugal. Me pareció tan original que decidí que era hora de compartirla con el mundo. Además que después de viajar a la maravillosa ciudad de Oporto llegue con aire portugués y algunos lindos props que tenía muchas ganas de usar en mis fotos.
Otro punto a favor para publicar esta receta es que en el hemisferio norte aún queda un poco de verano y en el hemisferio sur ya se están preparando para la llegada de la primavera… ¡así que qué mejor que un refrescante gazpacho para los días de calor!
El gazpacho portugués, a diferencia del de España, no se tritura. Tiene básicamente los mismos ingredientes clásicos del gazpacho (tomate, pepino, pimiento verde y cebolla) que van cortados en pedacitos muy pequeños que luego se aliñan, se le pone agua y se deja enfriar.
Es algo así como una sopa-ensalada, muy fresca y original, ¡y lo mejor de todo es que es súper fácil de preparar! Solo necesitas un cuchillo para cortar todo y un refrigerador (nevera) para enfriar.
Espero que se animen a probar esta deliciosa forma de comer gazpacho.
¡Vamos con la receta!
Tiempo estimado de preparación: 20 minutos (+ 1 hora para enfriar)
Ingredientes (5 a 6 porciones)
1 pepino mediano
3 tomates medianos
1/2 cebolla morada mediana
1/2 pimiento verde grande
800 ml de agua fría
2 cucharadas de vinagre de vino blanco
60 ml (aprox 4 cucharadas grandes) de AOEV (aceite de oliva extra virgen)
1 cdta de sal
1 cdta de orégano
Una pizca de pimienta (opcional)
Para acompañar: pan fresco o tostadas
Tips adicionales:
Puedes agregar a la preparación 100 grs de pan cortado en trocitos pequeños igual que todos los otros ingredientes. Yo personalmente prefiero sin y acompañar el gazpacho con pan fresco o tostadas, pero es a gusto de cada uno.
Puedes usar cebolla normal en vez de morada pero hay que asegurarse de amortiguar antes para que no quede tan fuerte de sabor y no repita.
También puedes agregar 1 diente de ajo a la preparación para darle más sabor. Asegúrate de cortarlo en trozos muy pequeñitos y sacarle el corazón para que no repita.
Paso a paso
Lavar los tomates y cortarlos en cubitos muy pequeños. Añadir a un bowl (los trocitos de tomate y su jugo) Hacer lo mismo con el pimiento verde.
Pelar el pepino y la cebolla y cortar en cubitos muy pequeños. Añadir también al bowl. Si es necesario hacer una segunda pasada con el cuchillo para que los trozos de las verduras queden muy pequeños, es la clave de esta preparación.
Agregar 2 cucharadas de vinagre de vino blanco, 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, 1 cdta de sal, 1 cdta de orégano, una pizca de sal y revolver todo muy bien.
Luego añadir 800 ml de agua fría, volver a revolver bien, cubrir con un film plástico o similar y llevar refrigerador (nevera) durante al menos 1 hora (ideal 2 a 3 horas) para que se enfríe bien y se mezclen los sabores.
Servir bien frío. Se puede acompañar con pan fresco o tostadas.
¿Conocías el gazpacho portugués? ¿Te animas a probarlo?
Si tienes alguna duda o comentario te invito a dejarlo en los comentarios de abajo
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